Portero del filial, ya fue suplente la pasada campaña
29 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Diego López se llevó la alegría del verano. El portero lucense del filial del Real Madrid puso la guinda a su espectacular final de campaña con el sueño de todos los canteranos: el club le comunicó que debe presentarse el próximo día 7 para iniciar la pretemporada con el primer equipo. El futbolista podría suplir la posible baja de Carlos Sánchez (con ofertas para ser cedido) o incluso la de César (quien podría ser traspasado). El jugador, nacido en Paradela hace 22 años, desconoce si participará en la preparación blanca en Jerez, a partir del día 16. «Me dijeron qué tenía que hacer en vacaciones y que el día 7 me presentase aquí para pasar el reconocimiento, luego ya veré lo que pasa», explica contentísimo. López, que afronta su cuarto año desde que el Madrid lo fichó procedente del Lugo juvenil, disputó como titular todos los partidos de la promoción a excepción del primero y ya había sido convocado la pasada campaña por el primer equipo durante cinco encuentros tras las lesiones de César, Carlos Sánchez y Sebas (su compañero en el filial). El lucense, que se declara blanco de corazón -«de toda la vida, de verdad, y Buyo era mi ídolo», asegura-, recuerda su convivencia junto a los galácticos como increíble. «Yo iba con los pavones , con Mejía y con Iker, muy tranquilito, sin meterme con nadie, pero entrenar al lado de los mejores del mundo es una experiencia que nunca olvidaré», dice. El futbolista recuerda con agrado a Carlos Queiroz, de quien destaca su trato agradable y cortés, así como el de su ayudante, José Peseiro. «Sé que los dos dejaron muy buenos informes sobre mí al club y les tengo que estar muy agradecido», afirma. En O Couto El canterano tendrá que aplazar sus vacaciones -«tenía todo organizado para irme al Sur, a Sevilla, a Córdoba, y luego a estar unos días en la playa, en Galicia, pero ahora...», dice- y apunta que, pese a la llamada del primer equipo, su objetivo para esta campaña sigue pasando por consolidarse en el filial merengue de Segunda B. «Mis padres me vinieron a ver cuando jugamos en O Couto contra el Ourense y ahora a ver si nos cambian al grupo gallego y los puedo ver más a menudo», apunta. López, cuyo padre fue futbolista aficionado en Paradela, se prepara para una temporada plena de satisfacciones. Quizá entonces su trabajo del verano le ofrezca la oportunidad de sus sueños.