La primera noche de música dejó buen sabor y gran ambiente para la velada diurna de ayer, sábado
11 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Pocos días al año está Zas como estaba el viernes y ayer mismo. Más inusual es aún tanta afluencia de caravanas, o las fincas tomadas por acampadas. Un constante ir y venir. Esto solo ocurre con la Carballeira y este año a la 39.ª edición se le alió el buen tiempo. Es agosto, sí, pero ya le tienen cuadrado chuzos. Ayer la cosa era bien distinta en la Carballeira de Velar, con sombras privilegiadas bajo los árboles, pero también huecos donde el sol ya «petaba» bien a eso de la una y media de la tarde. Acababa de empezar el concierto pensado para los más pequeños, el de A Gramola Gominola, y las previsiones eran sumamente buenas en Zas: «Temos moi bo ambiente. Moita xente, moito neno, moita familia», celebraba Fidel Otero, director del festival. Era el objetivo, una Carballeira tan mágica de día como de noche. Una romería pagana a la que ayudó, cómo no, la buena cocina. Churrasco, paella, pimientos, mejillonada... las colas seguían a las cinco de la tarde. Había material: ¡hasta 9 paellas grandes!
Ya la noche del viernes dejó buen sabor, y no es para menos. Empezaron con el «concertazo» de Javi Maneiro, continuaron con el «show magnífico» de Amparanoia y Artistas del Gremio y remataron con los más «incondicionais» de Rebeliom do Inframundo. Ecléctico y variado prometían el menú del primer día y desde luego lo fue, porque en este arranque de la 39.ª Carballeira, seguido por «miles» de personas según la organización, hubo desde rock hasta cumbia, electrónica, fusión o hip-hop, folk y hasta punk. Con las bocas abiertas se quedaron.
Aguas intensas a las que Guadi Galego puso en el vermú de ayer su virtuoso contrapunto con Síntese Horizonte sobre el escenario, con las voces de De vacas magnificando el espectáculo. Muchos bailaron sus temas, no importaron los 15 minutos de parón por un fallo eléctrico. Hasta baños en el río, e incluso una boda con estética escocesa, coincidieron después en el tiempo con el concierto de Fanfarria Taquikardia, a lo que seguiría foliada y todo lo grueso de la velada central del festival. «Din que cando chegas aos 39 comezas a ver o precipicio da vellez, menos coa Carballeira de Zas, que cada ano vai collendo máis impulso. Preparádevos!», arengaba el viernes el humorista Roi da Costa, conductor de las intervenciones. Cada edición es un reto, y es historia.