Interés de demora muy demorados

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido CRÓNICA

ZAS

09 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya 13 años que se acabaron las obras de la carretera entre Baio y Zas (la continuación hasta Santa Comba tardó un poco más). La inauguración fue en julio del 2005, con el entonces vicepresidente Núñez Feijoo; con Ernesto Rieiro y de alcalde, y al lado concejales que ya han desaparecido hace tiempo de la vida política y, otros, lamentablemente, de la vida en sí misma, pero son cosas de la ídem. Si no falla la memoria, algo cada vez más probable por los mismos motivos del paso del tiempo, la bandera descubierta sobre la placa conmemorativa tenía una o dos piedras de Ponte Lodoso, en A Cacharosa, que hubo que ampliar para las obras. Un puente que para los de la zona tiene resonancias casi épicas, de viajes de ida y vuelta a Baio. Es fácil divagar sobre las memorias de épocas pasadas, e incluso recordar los nombre que tenían algunos tramos de vía épicos. Más adelante estaba la Ferradura -es fácil imaginarse por qué se llamaba así-, igual que bajando de Borneiro hacia Canduas estaba O Roncadoiro -también lo es-, y varios lugares más. Parecerá que la melancolía llega aquí gratuitamente. Pues no. En esta ocasión el culpable de traerla es el aséptico y nada romántico (sobre todo cuando aparecen listas de embargos o de deudas tributarias) Boletín Oficial da Provincia, cuyos escasos lectores diarios aún estamos a punto de constituirnos en asociación. Justamente ayer, la Consellería de Infraestruturas publicaba en él el anuncio de pago de intereses de demora por los expedientes de expropiación forzosa para aquellas obras de los tramos Baio-Zas y Zas-Santa Comba. Los beneficiarios, que saben que aún lo son porque le habrán llegado notificaciones individuales, deberán acudir al consistorio de Zas los días 19 y 20 de junio para cobrar los pocos cuartos que les den por unos cuartillos de monte que ya han recibido varias capas de asfalto por encima. Hablando de recuerdos, en otros tiempos, cuando no había casi legislación de protección de datos, se podían leer los nombre de beneficiarios, deudores, contribuyentes o llamados sin más a alguna gestión. Ya no. Pero era también un modo de enterarse de cosas, desde una multa por un coche abandonado o aparcado en una zona de Costas, hasta un bien que te embargaban y por lo que fuese no habías sido localizado. Está mejor ahora, que conste, y siguen apareciendo numerosos datos de gran interés. Los mejores son los de las líneas eléctricas, aéreas y subterráneas. Negro sobre blanco se anuncian las obras que en pocas semanas o meses llegarán a la comarca. Algunas, menores. Otras, las de grandes servidumbres, dan luz verde a esas grandes autopistas que cruzan los montes junto a los tendidos. ¿También se abonarán los pinos y eucaliptos dentro de trece años?