Reúnen 600 firmas para pedir seguridad en el acceso sobre la autovía en Sobreira

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

ZAS

Ana Garcia

Consideran que el paso elevado es demasiado estrecho y que el riesgo de accidentes es muy alto

15 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Vecinos de Cabana y Zas reclaman a la Consellería de Infraestructuras que tome medidas para mejorar la seguridad de peatones y vehículos en el puente o paso elevado que enlaza A Pedra, en Nantón, con Sobreira, en Gándara, y que pasa sobre la autovía de la Costa da Morte. Ese acceso, del que critican el escaso espacio, es la prolongación, elevada, de la carretera local que une la AC-552 con el municipio de Zas, en la zona en la que está el límite entre los dos municipios. Los vecinos más afectados son precisamente los de A Pedra y Sobreira, pero no solo ellos. Por eso, según explica José Andrade Ferreira, de Sobreira, han logrado reunir hasta 600 firmas en toda la zona, ya que es una vía de tráfico rodado y peatonal relativamente alto. Incluso hay vecinos de San Cremenzo de Pazos que acuden a ella a pie para realizar gestiones en A Pedra.

Andrade, que habla en nombre de todos los firmantes y es quien ha presentado un escrito en la consellería, asegura que él mismo ha sufrido dos percances por la falta de espacio, y que son habituales. Piden que se adapte una pasarela metálica peatonal «independiente del puente, pero anclada a él, para evitar atropellos y accidentes, ya son numerosos los casos de apuros que los vecinos han tenido como peatones». También reclaman que las rampas de acceso, a ambos lados, «se prolonguen longitudinalmente en ambos extremos», para que se puedan ver los vehículos que vienen de cada lado. Creen que, si coinciden dos camiones en lo alto, uno no verá llegar al otro y tendrá que retroceder.

Una tercera petición es que la consellería «aclare quién es el responsable de esas obras, en caso de que se produzcan daños corporales, para depurar responsabilidades penales y patrimoniales en su caso».

En realidad, ya existe una especie de senda a lo largo de este tramo de vía, delimitada con una línea blanca, protegida con bolardos y reservada para los peatones, pero los vecinos creen que eso es ineficaz, «ya que no hay espacio suficiente para los dos carriles al servicio rodado y al espacio peatonal». Esas pequeñas barreras de plástico no le inspiran confianza, porque aunque ahora la sección total sea más ancha que la antigua carretera, «en esta, si se veía venir el peligro había la opción de saltar al campo o a la cuneta, pero ahora, ¿a dónde se tira el peatón? ¿A la autovía?».

Los vecinos han designado al alcalde de Zas, Manuel Muíño, como interlocutor ante la Xunta, y esperar tener una entrevista con la conselleira.