Ilustres paredes de la Costa da Morte

Patricia Blanco
patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

ZAS

Son decenas los pazos y casonas en la comarca y muchos bien merecen una visita

27 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fortalezas, torres y castillos transmiten una parte de la historia de la Costa da Morte, la hacen llegar hasta la actualidad. Sus piedras hablan de luchas, de defensa, de linajes. Pero hay otras, también en cierta medida ilustres, que cuentan asimismo parte de la historia de esta comarca. Se trata de los pazos, símbolo del ascenso social, en su día, de la hidalguía gallega, nuevos señores del campo, pequeña nobleza de algún modo. Hay muchos ejemplos en Bergantiños, Soneira y Fisterra -Xosé María Lema, incluyendo pazos y casas con escudo, los cifra en hasta 123 en su libro Os mellores pazos da Costa da Morte- y todos ellos valen la pena ser vistos, aunque algunos casos deba ser de puertas hacia fuera, por tratarse de propiedad privada.

Los municipios de Vimianzo y Zas están a la cabeza de número de construcciones, en el primer caso con ejemplos tan significativos como el Trasouteiro o el de Trasariz, que hace apenas unas semanas inició un nuevo tiempo de aperturismo -también es de propiedad privada- de cara a eventos de carácter social. El primero, una cena solidaria. En Zas son asimismo privadas las Torres de Romelle, el Pazo de Daneiro, el de Follente o el de As Edreiras, pero no así el de las Torres do Allo, precisamente un buen ejemplo de la transición a pazo. Propiedad de la Diputación, está abierto a las visitas todos los días en verano, incluso con recorridos guiados y teatralizados.

Otras construcciones de este tipo han dado el salto al mundo del alojamiento y de la organización de ceremonias: tal es el caso del Pazo do Souto carballés, referencia del turismo rural en la comarca, o del Pazo de Sergude (Ponteceso), que se ha ido ganando un importante hueco como enclave único para encuentros, fiestas, bodas, como el de Vilar de Francos. El Pazo de Cotón (Cee), el de Soesto (Laxe) o el de Loroxo (Malpica) siguen atesorando vivencias y años de historia. ¿Pero qué identifica a un pazo? Reza un dicho que si tiene capilla, palomar y ciprés, pazo es, aunque Lema contempla en su libro que más acorde sería tener en cuenta: Hórreo, capela e escudo, pazo seguro. Todo un viaje.