Deportista consumado y exguía en Dombate, la vida laboral de Estevo Lema está ligada a Zas
29 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Manuel Estevo Lema Pérez nació hace 60 años en Outrabanda, en la parte cabanesa del Anllóns (Ponteceso de Cabana-Cesullas). Pero su vida ha estado ligada sobre todo a Borneiro y Zas. En el primer caso, al lugar de Fontefría, en el que reside desde hace 30 años, y en el segundo, por haber sido profesor 34 años y seis meses. Técnicamente aún lo es, porque su vida laboral terminará el 31 de agosto, y comenzará a ser jubilado de Educación el 1 de septiembre, por mucho que el curso se haya acabado para los escolares. La vida académica sigue todo julio, aunque sus compañeros ya le han rendido el homenaje de despedida. No es para menos, porque la trayectoria académica en Zas es de las más longevas que suele haber por los colegios de la zona, aunque antes había pasado un mes en Malpica y tres en la Leus de Carballo.
El cambio puede parecer brusco, pero él no lo ve así. «A sensación que dá é a de non ter que volver traballar, de que rematou a etapa docente, pero seguirei en contacto cos rapaces. A través do deporte, por exemplo, cos equipos de tenis de mesa. A relación non se vai perder. E, en canto ao persoal, terei máis horas para min, para disfrutar do tempo», explica. Nostalgia, la mínima: «Non, non o botarei de menos. Polo do deporte, sobre todo. Isto será como unha desconexión, algo gradual, e tamén manterei as relacións con outros colexios».
Más de treinta años en las aulas permiten echar la vista atrás y comparar: «As cousas cambiaron moito, pero para ben. Hai máis medios. Antes, con pouco, había que facer moito. Hoxe non é así. Tamén cambiou a maneira de pensar da xente, incluso o altruísmo que había antes, de dedicar o teu tempo libre aos rapaces, con moitas actividades, aproveitando as xornadas partidas. E preparar moreas de actividades, nas aulas, deportivas, con aqueles xogos intercomarcais con tantos colexios, a mediados dos oitenta. Agora aínda quedamos algúns así». Uno de los motivos de ese cambio puede ser que «agora se cadra dánselle máis facilidades aos nenos, xa eles fan moitas cousas».
Su afán de involucrarse socialmente, de dinamizar su entorno, también se vio plasmado a través de la asociación de vecinos O Dolmen de Borneiro, primero como socio y después, directivo. Ya tenía experiencia en otras entidades, como la de O Couto, por la amistad (de vecindad y también de preparar oposiciones juntos) con José María Varela, así que se unió para echar una mano. Lo del dolmen fue más que un nombre, porque conoció el megalito en detalle. Durante las excavaciones del 87 se hizo amigo de Xosé María Bello y cooperaba en todo lo que podía. Cuando el Concello puso en marcha las visitas guiadas, en Semana Santa o los domingos de verano, Lema hacía de guía. «Foi unha actividades moi grata, tamén de aprendizaxe», dice. Ahora, con el nuevo edificio, el dolmen no se puede ver como antes, tan cerca. «É unha mágoa, pero hai que preservalo. Vai moita xente. Tampouco en Altamira se poden tocar as pinturas, iso enténdese perfectamente», explica.
Estevo, además de maestro, es sobre todo deportista, Ciclista: «Un afeccionado normal, fago poucos quilómetros, pero como saio moitos días parece que son máis», bromea. Llegó al tenis de mesa de manera gradual, porque en Zas empezó al frente de la cantera del fútbol base, en las que estuvo unos años, «formando unha boa canteira. Despois saín -añade- e a outra cousa». Con otro grupo de chavales trabajaba en el tenis de mesa, también en el ámbito escolar. Primero en Vimianzo, pero un día, hará unos doce o trece años, fue necesario trasladarse a Zas, y ya se establecieron ahí definitivamente, con equipo en competiciones regulares, y ahora federados». No se limita a estos deportes su actividad, ya que también fomenta la práctica de ajedrez entre los niños. Así que, con tanta actividad, no es extraño que afirme que no echará de menos las aulas: en realidad, va a parecer una prolongación con otros horarios.