El animal, propiedad de una familia de Serramo, sorprende por su inaudito poder reproductivo
13 feb 2017 . Actualizado a las 15:37 h.Ya han cumplido una semana de vida, y aunque a alguno le toque todavía biberón, los cinco retoños de una de las dos cabras que tiene una familia de Casas Novas, en la parroquia vimiancesa de Serramo, gozan de buena salud.
«Fai hoxe oito días, aí polas oito da noite fomos mirar e xa tiña un, o segundo custoulle máis botalo fóra e outro viña do revés e todo así que tiven que facer eu de veterinaria», explicaba ayer Carmen Ramos Lavandeira, de 73 años, que junto a su marido, José López Pose, de 75, decidieron dedicarse a la cría de estos animales «por pasar o tempo», una vez vendidas las vacas con las que trabajaron incluso más allá de la jubilación.
La «familia numerosa», como dice Carmen, ha despertado el interés del vecindario «porque de catro teñen visto algún caso, pero cinco...». Lo que pocos saben es que este es el cuarto parto de la fértil cabra y en todos los anteriores «xa trouxo tres e iso que ela moi grande non é», cuando la habitual en estos animales son dos crías y en muchos casos una, como bien sabe Carmen.
Ahora bien, si alguien pensaba en acercarse a Serramo a comprar un cabrito va desencaminado. El matrimonio tiene dos hijas, una en Zas y otra en Suiza, y los animales «son para a casa».