Me llamo Pedro Mallón García. Tengo 80 años y nací en Zas. Actualmente vivo donde nací. Soy jubilado y deseo contarles mi historia. Estoy operado de próstata y me gustaría de todo corazón dar las gracias al hospital Virxe da Xunqueira de Cee, por el trato que me dieron cirujanos, anestesistas, personal sanitario... Y, sobre todo, a la asistenta social, Gloria, que se desvivió por mí desinteresadamente. ¡Cuál fue mi sorpresa que a las personas que no tenemos familia nos mandan a una residencia para reponernos! Dicha residencia se llama Residencia Asistida de la Tercera Edad, en Oleiros. Al saber de mi llegada, ya me estaban esperando en la puerta dos asistentas sociales llamadas Trini e Isabel. Cuando me llevaron a comer, vi una comida exquisita y un servicio de camareras muy educadas y serviciales, dando de comer a personas que no se valen por sí mismas. Quiero felicitar a los cocineros. Hay una limpieza extraordinaria. Dar las gracias, también, a los doctores y al personal de enfermería por estar siempre atentos; al personal de recepción; y a los chicos de mantenimiento, a la señorita jardinera. Los jardines están muy bien cuidados. Tenemos una cafetería para residentes y visitas con un reservado para fumadores residentes. Las personas que atienden la cafetería son buena gente y los precios son asequibles a nuestro bolsillo. Me gustaría dar las gracias, también, a Sandra, psicoterapeuta, por pedirme dar una charla a los residentes sobre perros, ya que yo fui durante muchos años criador de perros y adiestrador. La charla gustó mucho. Por último, agradecer a nuestro director, Constantino Piñeiro, por el buen equipo que tiene a su cargo. Esta es la historia de Oleiros, pero ahora deseo hablar de Zas, donde nací y me crie y tengo muy buenos vecinos: Sofía, Rogelio, Fina, José, Paco, Severino y esposa... Gracias vecinos por todo. Mil gracias a las asistentas sociales de Zas por preocuparse por buscarme sitio en la residencia de Oleiros. Siempre os estaré agradecido. ¿Qué sería de nosotros en edades avanzadas sin estas residencias? Dios permita que nunca falten. Gracias Yolanda y Angélica. En Oleiros hice una amistad con tres señoras maravillosas, que me acogieron en su grupo como si me conociesen de toda la vida. Somos inseparables. Gracias, amigas. Pedro Mallón. Zas.