La gran avenida de O Allo perdió 28 árboles en los últimos 50 años

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

ZAS

Ana Garcia

En la actualidad hay tres carballos secos, sin planes de saneamiento

14 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La gran avenida arbórea que da acceso a las Torres do Allo desde la AC-552, una de las imágenes más características de la Costa da Morte, pierde ejemplares desde hace medio siglo. O más, pero ese es el tiempo que lleva allí el párroco (los cumplirá el próximo febrero) y ha ido anotando las pérdidas. En concreto, ahora hay 28 carballos menos. Cree que la cifra es mayor si se une el tiempo anterior a su llegada, pero es casi imposible saberlo. A la cifra de bajas habrá que unir tres más, los que están secos. El propio párroco, Fidel Fernández, amante y divulgador del patrimonio y del medio ambiente, e historiador exhaustivo del pasado local, considera que no quedará otro remedio que talarlos, como se hizo con los anteriores que secaron, sobre todo por seguridad, para evitar que una racha de viento provoque un accidente con alguna rama. Tampoco sería la primera vez que los temporales causan destrozos.

Además de los datos minuciosos que maneja, un paseo por la avenida de 400 metros de largo sirve para constatar los numerosos espacios vacíos que han ido quedando en la hilera, además de los restos de los troncos talados, las cachopas. Aunque, de momento, aún domina la frondosidad (de momento aún espera por la explosión primaveral), gracias a los 110 ejemplares a ambos lados de la calzada (50 en el margen derecho en dirección a las Torres). La gran mayoría, carballos, pero también hay algún plátano y otras frondosas. Y, la mayor parte, ya veteranos, con apenas una decena de excepciones. A mayores, unos cuantos arbustos, entre los que dominan los acebos y con gran diferencia.

Plantaciones

Las bajas se deben a diversos motivos. El tiempo pasa, pero no parece demasiado para un árbol que aguanta bien el paso de los siglos. Fernández Bello cree que pudo afectarles una antigua plantación de tullas, que sustituyeron a otra de manzanos en una finca limítrofe. Impedían que el sol llegase bien a los robles, así que algo pudo influir. O la circulación de vehículos y el asfalto tan pegado a las raíces. O una enfermedad y la propia falta de cuidados.

Fuese por lo que fuese, el hecho es que los que estaban dañados se retiraron en su momento. La última campaña de saneamiento de la que hay constancia se realizó hace nueve años, en junio del 2007, aunque se completó un año más tarde. Fue sufragada por la Diputación de a Coruña, que es la titular de los terrenos, e incluyó el tramo que accede a la carretera de Cesullas, con mucho menos arbolado, salvo cerca del cruce, con unos cinco carballos más. El resto es escaso y mucho más variado.

Esa segunda fase se licitó por 14.000 euros, y completó las actuaciones fitosanitarias realizadas por una empresa especializada en arboricultura. Algunos vecinos, en aquella primera ocasión, desconocían que se iban a realizar las talas. Fue cuando cayeron los árboles más próximos a los edificios. El mal estado de alguno de ellos era notorio.

Además de las talas completas, bastantes ramas presentan podas importantes. Sobre todo en la parte inicial de la pista, al lado de la carretera comarcal. Incluso algunos elementos que, desde el punto de vista estético, no causan una gram impresión como los contenedores a un lado, o un cartel de publicidad pegado o apuntalado en la parte alta de uno de los carballos.

Si no se toman medidas de control (el Concello de Zas también podría tomar cartas en el asunto), la habitual estampa arbolada de la carretera podría desaparecer en pocos años.

En detalle: La mayor parte, carballos

Son 110 entre los de gran porte y los más pequeños, aunque la cifra crece con los arbustos. La avenida mide unos 400 metros. En la parte próxima a las Torres es donde se nota más la ausencia de árboles.