Y en Montecelos, lo mismo. Pese a que ya llevan muchos años, la presencia de más de medio centenar de vacas vianesas sigue impactando a los de fuera. «Limpan e dánnos carne», indica Francisco Santos, uno de los que acude habitualmente al monte a verlas, junto a Arturo Lema y algún otro vecino. En los montes que gestionan también tienen una amplia zona de pradera, que, por cierto, pueden usar los cazadores en la época de actividad. Los lobos, de momento, no son un problema, pero nunca se sabe: «O ano pasado matáronnos dous becerros, pero este imos librando», indica Santos. En todo caso, son vacas acostumbradas a los riesgos de la libertad en el monte y que llegado el caso podrían hacer frente al cánido.
«Dá moito choio, pero é unha marabilla. Temos moitas hectáreas limpas»
Santos está muy satisfecho de cómo evoluciona el monte. «Dá moito choio, pero é unha marabilla. Temos moitas hectáreas limpas», asegura. La cabaña también se va renovando, con toros que irán dando paso a otros y un número de cabezas que se amplía con control y gestión precisa. Van a más, pero siempre de las vianesas, que se han adaptado sin problema. «A cachena, por exemplo, non nos gusta», señala Francisco Santos.