Ya son más de 30 las denuncias en la comarca por quebrantar el estado de alarma

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

BASILIO BELLO

En Vimianzo se contabilizan al menos 22, en su mayoría por el incumplimiento del cierre perimetral, y en Carballo van una decena por saltarse el toque de queda

07 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin alcanzar los niveles sancionadores del primer estado de alarma y confinamiento aprobados por el Gobierno central el 14 de marzo, y que se saldó con 950 multas en apenas tres meses, las fuerzas de seguridad, sobre todo la Guardia Civil, continúan con las campañas de vigilancia en el cumplimiento del nuevo estado de alarma, que incluye entre las medidas aprobadas el toque de queda (23.00 a 6.00 horas) y, en el caso de Vimianzo, para garantizar el cierre perimetral en todo el término municipal.

Los agentes de la quinta compañía del instituto armado han interpuesto en las dos últimas semanas más de treinta multas, según los datos oficiosos, por quebrantar alguna de las medidas incluidas en el Boletín Oficial de Estado y el Diario Oficial de Galicia. Se lleva la palma Vimianzo, con al menos 22 denuncias desde finales de la semana pasada. Las siete últimas se abrieron este miércoles y ayer en puntos de control establecidos en A Ponte do Porto. En todos los casos las propuestas de sanción fueron contra vecinos de Vimianzo por quebrantar, supuestamente, el cierre perimetral decretado por la Xunta de Galicia. Y es que a diferencia de lo que sucede en el resto de la Costa da Morte, en la capital de Soneira la mayor incidencia sancionadora viene motivada por no acreditar los conductores los motivos de sus desplazamientos hacia otras localidades.

Todavía hay muchos que no entienden o simplemente desconocen que no se puede ir al supermercado a Baio o a Cee por mucho que sea para la adquisición de productos de primera necesidad, como son los alimentos, toda vez que en Vimianzo hay supermercados. Lo mismo ocurre con las farmacias. Tampoco que se trate de justificar, sin el preceptivo documento que lo avale, que se sale del término municipal que cuidar y atender a familiares dependientes. O vecinos de la capital de Soneira que no justifiquen, con el correspondiente salvoconducto, que trabajan fuera de la localidad.

También hay controles en las rutas de autobuses que cubren la Costa da Morte con A Coruña. Sobre todo aquellas líneas que enlazan Carballo con la capital herculina, con destino prioritario al centro comercial Marineda. El pasado fin de semana se produjo precisamente un control en uno de los autobuses, en el que viajaban cinco menores. Lo habían cogido en la capital de Bergantiños y se disponían a bajar en el Marineda. Tras una breve explicación sobre el cierre de la ciudad, los agentes les obligaron a bajar del autocar, les ayudaron a cruzar la carretera y los metieron en otro autobús con rumbo a Carballo. La cosa pudo haber sido peor porque los chavales se jugaron una multa de 600 euros cada uno por incumplir la normativa sobre restricciones en los desplazamientos.

Ya en sentido inverso, la Guardia Civil interceptó en Carballo a un conductor que procedía de A Coruña. Los agentes le dieron el alto en la avenida de Bértoa y al preguntarle los motivos por los que realizaba este desplazamiento, el conductor no los pudo acreditar con ningún tipo de informe o documentación, por lo que fue propuesto para una sanción de 600 euros. En el caso de Carballo y a diferencia de lo que sucede en Vimianzo, la mayor parte de las denuncias elevadas ante la Subdelegación del Gobierno, una decena más o menos, guardan relación con el incumplimiento del toque de queda (23.00 a 6.00 horas) incluido en el estado de alarma.