A prisión por saltarse once veces el estado de alarma porque «se aburría en casa»

Alberto Mahía A CORUÑA / LA VOZ

VIMIANZO

Uno de los controles establecidos por la Guardia Civil para vigilar el cumplimiento del confinamiento por la pandemia del coronavirus
Uno de los controles establecidos por la Guardia Civil para vigilar el cumplimiento del confinamiento por la pandemia del coronavirus PACO RODRÍGUEZ

Un juez de Corcubión decretó el ingreso en Teixeiro de un vecino de Vimianzo que fue «cazado» por la Guardia Civil «con una sonrisa y respondiendo con aire chulesco»

12 abr 2020 . Actualizado a las 22:56 h.

El vecino de Vimianzo C.B.M. no había pisado la cárcel en su vida. La estrenó este sábado. Desde entonces, duerme en una celda del módulo de ingresos del centro penitenciario de Teixeiro porque, según la titular del juzgado de primera instancia número 2 de Corcubión, se saltó el estado de alarma «con risas y desprecio a la autoridad» hasta en once ocasiones. Por eso fue enviado a prisión provisional a espera de juicio, que se celebrará en el Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña el próximo día 20.

La primera vez que fue «cazado» desafiando el decreto de estado de alarma fue el 22 de marzo. A las 13.30, una dotación de la Guardia Civil acude a una gasolinera alertada por varios vecinos que denunciaban que un individuo acudía entre 3 y 4 veces al día al aparcamiento. Lo identifican y lo sancionan.

Al día siguiente, sobre las 11.30 horas, según el atestado, otra patrulla lo vio en la rotonda de Xallas. Estaba en su vehículo acompañado de una mujer y les dijo a los agentes que había salido a dar una vuelta. Dicho eso, «sonrió y se encogió de hombros».

No había pasado ni una hora de aquello, cuando una patrulla lo sorprende paseando por Corcubión. Al preguntarle, respondió que había llevado a su novia a casa y aprovechado para estirar las piernas.

Al día siguiente, el 24 de marzo, a las 18 horas, un control de tráfico ubicado en la rotonda de Santa Irene vuelve a toparse con el mismo individuo. En su coche y acompañado por dos amigos. Dijo, aquella vez, que solo iba a la gasolinera. Otra multa.

Ya llevaba unas cuantas sanciones y parecía no importarle en absoluto, pues hora y media después fue de nuevo obligado a parar cuando circulaba junto a tres personas en su vehículo. «Con una sonrisa», se dirigió a los agentes en estos términos: «Me aburría en casa y fui a dar una vuelta con esta gente».

Ya el 26 de marzo, da un paso más a las 22.00 horas y estaciona su vehículo en un espacio reservado para las patrullas de la Guardia Civil de Vimianzo, en la calle Rosalía de Castro, y pasa allí un tiempo hasta que se le pide que se vaya. Una hora después, fue de nuevo visto en la gasolinera de Vimianzo por los mismos agentes que antes le habían pedido que se fuese. Antes de recibir la correspondiente sanción, argumenta de nuevo que se aburre en casa.

El día 30, tras numerosas reincidencias, se procede a su detención y fue puesto a disposición judicial ante el titular del juzgado de primera instancia número 2 de Corcubión, que lo pone en libertad a espera de juicio.

Nada se supo de él hasta el 5 de abril, cuando a las 23.00 horas, en la avenida Anchoa de Fisterra, lo para un vehículo policial. Dijo a los agentes que iba a casa de su novia a llevarle ropa. Cuando abrió la cartera para mostrar su documentación, los agentes ven que escondía hachís. Así que se le sanciona por partida doble. Por desobediencia y tenencia de drogas.

Al día siguiente, un vehículo de la Guardia Civil lo ve circular por la carretera a alta velocidad. Lo persiguen y los agentes comprueban que se trata del mismo joven de siempre. Logra huir.

El 8 de abril, un vecino llamó al cuartel advirtiendo de la presencia de un automóvil ocupado por tres personas que no paran de dar vueltas por Casas Novas.

Y así se llegó al pasado viernes, cuando una patrulla lo vuelve a ver metido en su coche en el aparcamiento de Casa Landeira. Explicó que había quedado con un amigo que le debía dinero y que le llevaría un par de cervezas, «dirigiéndose a los agentes con una sonrisa y respondiéndoles con aire chulesco».

Detenido de nuevo, el juez lo envió a prisión y ahí continuará, como mínimo, hasta que se celebre el juicio.

Enviado a prisión tras dos condenas en un mismo día por incumplir el confinamiento

Fue localizado un total de cinco veces en la calle sin motivo justificado y acumulaba sanciones previas

d. v.

El Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña, en funciones de guardia, ha decretado la prisión provisional, comunicada y sin fianza de un detenido el Jueves Santo por incumplir el confinamiento. Fue su segunda condena en un mismo día, ya por la mañana ya había sido condenado en ese juzgado por hechos similares. En el segundo juicio llegó a un acuerdo con la Fiscalía y aceptó ser castigado con seis meses de prisión tras ser interceptado el miércoles día 8, sobre las 13.00 horas, en la avenida Pedro Barrié de la Maza. Los agentes de la Policía Local, ante las evasivas del acusado sobre el motivo de su estancia en la vía pública, comprobaron que ya había sido sancionado cuatro veces por incumplir el confinamiento. Los funcionarios lo detuvieron y el día 9 pasó a disposición judicial. Tras conformarse con la pena de seis meses de prisión, quedó en libertad.

Sin embargo, ese mismo día a las 22.20 horas fue localizado en la calle Barcelona sin motivo justificado, por lo que los agentes de la Policía Local procedieron de nuevo a su arresto. Al día siguiente, el 10 de abril, fue puesto a disposición del juzgado de guardia. Al no alcanzar un acuerdo sobre la pena con la Fiscalía, la jueza emitió un auto en el que decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. «Este hecho no puede valorarse aisladamente, sino teniendo en cuenta la condena anterior, cuatro quebrantamientos del confinamiento que se reflejan en los hechos probados de la sentencia e, incluso, que se trata de la tercera detención por el mismo motivo, lo que hace que su conducta merezca la calificación de grave, máxime teniendo en cuenta el estado de alarma en el que nos encontramos», destaca la jueza.

La magistrada justifica la pena de prisión para «conseguir que no vuelva a saltarse el confinamiento». La jueza ha decretado la apertura de juicio oral, que se celebrará en el Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña el 28 de abril.

Este mismo juzgado también abrió esta semana juicio oral por unos hechos similares contra otro vecino de la ciudad. El sospechoso fue detenido el 8 de abril en la calle Newton por presuntamente cometer un delito de desobediencia grave. Los agentes que lo interceptaron comprobaron que ya había sido advertido ese día en la misma calle de que no podía estar en la vía pública sin justificación debido al estado de alarma. Además, el día anterior ya había sido sancionado por hechos similares.

La Policía Local de A Coruña denunció el domingo a un total de 31 personas por no respetar las medidas de confinamiento, lo que eleva el número de denunciados desde el inicio de las medidas a 566 por desobediencia administrativa, 7 establecimientos, una persnoa denunciada ante el juzgado y 11 detenidas.