Un gran banquete bajo la luna en cuarto creciente

Xosé Ameixeiras
x. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

Medio millar de personas repitieron el ritual de cenar en el foso del castillo en un ambiente inmejorable. El sábado una emocionada Alba Mancebo pronunció el pregón: «O Asalto conseguiu facer comunidade», dijo

07 jul 2019 . Actualizado a las 20:12 h.

Es muy posible que ni Bernal Eans de Moscoso, ni Rui Soga de Lobera ni Evaristo Martelo se hayan encontrado en su vida con tantos comensales y tan alegres en el foso de la vieja fortaleza de Vimianzo. Un año más, y ya van diez, la capital de Soneira cumplió su ritual con la historia y convocó a medio millar de comensales para la Cea Medieval. Fue el viernes por la noche bajo la luna en creciente, el olor de un castaño en flor y al amparo de unos carballo en el foso. La mayor parte de los asistentes, autoridades incluidas, iban ataviados con casacas, jubones, túnicas, sayos, indumentarias de origen vario y atavíos de pega para viajar en la fantasía del tiempo.

El ambiente era inmejorable y la tarde se prestaba para viajar en los siglos y comer con las manos un menú muy trabajado. Dio el arranque, como en años anteriores, Manuel Rial, advirtiendo de no se sabe cuántos males y alegrías, amén de los gritos de guerra propias de la escenografía irmandiña.

El banquete había tenido un prologo de ceremonial, un rito nupcial presidido por Michel Antelo, el rostro visible de Cherinkas, uno de los conglomerados responsables de este fascinante viaje al medievo.

Aunque el ingrediente principal de la Cea Medieval sea la historia, los asistentes, de toda edad y condición, se aplican con fruición al ejercicio gastronómico. El servicio, entre aplausos, iba haciendo llegar las viandas, que volaban a la velocidad de la anochecida. Tras el fiambre y el queso, vinieron los calamares con cebolla. Luego, lo mejor, la costilla asada, que posiblemente sería del gusto de Bernal, Rui Soga o Martelo. Buena mano tuvo el cocinero. Entre plato y plato, unos irmandiños llamaban a la rebelión, «¡Lume!», contra los señores feudales. Incluso niños del instituto de Baio salieron a regueifar sobre el encuentro medieval.

Y tampoco faltó Miguel Queiro, que cada año atrae a más seguidores. Su queimada es néctar de los dioses. «Limpa e purifica a alma, pero non o corpo», proclamaba con su tonillo ya inolvidable. Y tras él llegó la música y la velada ya despojada de cualquier formalismo, hasta el alba, los que pudieron.

«O Asalto conseguiu facer comunidade, espertar un sentimento de pertenza en nós»

«O Asalto é comunidade, é revolución, rebelión contra as inxustizas. O Asalto é lume, pero, sobre todo, o Asalto é alegría!». Ante una abarrotada plaza del Concello, Alba Mancebo alzó los brazos para exclamar en su pregón «Querémonos vivas!». Vimianzo respondió con vítores: claro que las queremos. No faltaron las alusiones a temas sociales, pero también a su propia experiencia en el Asalto. La periodista es, además, miembro de la organización desde hace tiempo.

«O Asalto conseguiu facer comunidade, espertar un sentimento de pertenza en todos nós, unha conciencia das nosas raíces, un orgullo da nosa historia», prosiguió Mancebo, que también quiso reconocer la labor «heroica» de toda la comitiva organizadora, y en especial «de un paxariño chamado Manuel Rial, que temos boa sorte de telo aquí».

Para finalizar, el grito de guerra de los irmandiños: «Lume!».

Lo que queda para hoy

Con lo grueso del programa del Asalto de este año ya finalizado -incluida la ruta de Pinchos Irmandiños- para el día de hoy quedan apenas un par de actividades en un resacoso Vimianzo. Tras una noche de demostración de poder irmandiño, el Castelo volverá a ser el protagonista en esta jornada de domingo, pues prosigue la muestra de artesanía en vivo, que puede visitarse en horario de 10.30 a 14.00 horas, así como de 16.00 a 20.30 horas. También hay programada una visita guiada para las 12 del mediodía, y no una, sino dos sesiones de visitas teatralizadas a cargo de la compañía Os Quinquilláns. Con pases a las 13.00 y las 17.00, los visitantes podrán conocer a los personajes del castillo a través de una dramatización con forma de teatro de calle, y con un tono puramente cómico. Esta actividad se mantendrá los domingos de julio y agosto.