La campaña deja por el camino un rosario de perlas para recordar

j. v. lado / m. lópez CEE, CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

ANA GARCIA

26M: LAS MUNICIPALES | Las ofertas de algunos candidatos o el concepto que tienen sobre sí mismos fueron lo que más dio que hablar estos días

25 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña llegó a su fin -por suerte para algún candidato al que casi no le queda voz- y lo hizo dejando por el camino todo tipo de perlas, desde las más simpáticas a las claramente reprochables, como los ataques a los carteles de Adiante Vimianzo. Unos carteles que, por primera vez, se han contenido y mucho a la hora de embadurnar de cola y jirones de papel todo el espacio público. Aunque todavía hay quien no se resiste a poner la cara de su candidato en un contenedor de basura -curiosa asociación sin duda- o a rebozar una parada de bus, lo cierto es que el avance en urbanidad resulta más que significativo.

Por supuesto que lo que más llama la atención son las propuestas estratosféricas, como las que llovieron en el debate de Cee por ejemplo, y las declaraciones y actitudes que se salen de la norma. Los seis concejales que dice Pallas que va a sacar en Carballo, el #LeiraAlcalde del Partido Libertario de Cee, el «descanse en paz», de Antonio Pensado a Franco, los berberechos de José Díaz, o el llamamiento de Ilva Carril a Sandra Insua para que su perro no defeque por las calles, fueron algunas de las proclamas que más dieron que hablar.

Incluso hay quien destaca por omisión, como Xan García de Converxencia Galega de Fisterra, que no ha presentado programa escrito, porque, total, ya todo el mundo los conoce, y «o papel aguántao todo». También el alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño, coleccionista de mayorías absolutas, se ha prodigado poco o nada en actos públicos en su municipio. En cambio ha estado apoyando a los candidatos de su partido, sobre todo en Vimianzo, y presentó una campaña: «Grazas Dumbría», con el corazón como símbolo, a años luz de lo que se estila por la zona en cuestiones de márketing. Nada de octavillas sueltas ni folios grapados; vídeos motivadores más que cuidados y un packaging del programa propio de una multinacional turística.