Un grito de 350 millones de años

VIMIANZO

MIRIAM AMADO

Tras ser suspendida el día 13 por mal tiempo, finalmente el sábado pudo llevarse a cabo la andaina por los Penedos de Pasarela e Traba

22 oct 2018 . Actualizado a las 14:40 h.

O Cantor es una de las rocas antropomorfas de los Penedos de Pasarela y Traba. Lleva allí desde hace 350 millones de años, como si estuviera gritando y pidiendo un poco de atención y lo liberasen de los tojos que lo rodean para que los visitantes puedan verlo en todo su esplendor. Algo así hicieron ayer los concellos de Vimianzo y Laxe, con un recorrido por el museo pétreo que abraza ambos municipios con múltiples formas que el tiempo depositó como un tesoro eterno.

El alcalde Vimianzo, Manuel Antelo, y el edil laxense, Xosé Manuel Pose, que estaban acompañados por la diputada Loli Toja, y la munícipe Marta Rey, recordaron que los Penedos fueron declarados Paisaxe Protexida en el 2008 y el Gobierno gallego se comprometió en aquel entonces a la puesta el valor del conjunto, pero el tiempo transcurrió y la maleza se adueñó de las figuras que esculpió la naturaleza.

Este año se cumple el décimo aniversario del nuevo régimen legal del conjunto. Por eso los dos ayuntamientos celebran varias actividades para conmemorarlo y dar visibilidad a un patrimonio inigualable. Casi un centenar de personas se sumaron a un recorrido para ver unas esculturas que la mano humana tendría complicado reproducir. Salieron de la Escuela de Pasarela, herencia de los emigrantes en Argentina, y tomaron dirección a O Barco, que la imaginación de algunos llegó a identificar con el Arca de Noé, como si soltara toda esa bichería zoomórfica pétrea por el monte. En el área de A Cachucha a muchos de los caminantes se le ponían los ojos como platos al identificar O Cantor, O Camello, O Indio, O Pallaso o O Coello, que ambas cosas se pueden ver en la misma formación, dependiendo de cómo uno se sitúe o de lo que el magín le dé por observar. Y la piedra multiforme, que tanto puede ser un ave, como una nave espacial o un púlpito, dependiendo de dónde uno se sitúe, entre otras muchas como la Man o O Fígado. Junto a las piedras principales hay paneles informativos. Fueron unos 40 minutos de observaciones, fotos y de incredulidad, de que el magma ya frío de un volcán aflorara hace 100 millones de años dando en tamaña fantasía. Son las primeras rocas que se formaron en Galicia, según tiene dicho el geólogo Vidal Romaní.

Luego, llegó la Pena Forcada, con A Lesma, O Dromedario, A Osa y, sobre todo, la Dama da Costa da Morte, la hechicera de este monte de arte, y A Tartaruga o O Xigante. Y aún quedaba la Torre da Moa, esa azotea granítica que la naturaleza puso como un misterio para que los humanos vigilasen el mar bravo de Traba, con los restos de tégulas y las ruinas de los dos inexplicables muros situados sobre el abismo. En fin, seres de piedra que piden a gritos que se le preste atención.