Cientos de personas se acercaron a Baíñas para degustar el pollo a la brasa, mientras en Soandres comieron pulpo y churrasco
14 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Apenas hora y media después de comenzar a servir las raciones de pollo, en Baíñas llevaban ya unas 400 servidas, y subiendo. Indicaban ayer desde la comisión organizadora de la Festa do Polo á Brasa que este año se acercó mucha más gente al pabellón para llevarse a casa las raciones. «Igual o mal tempo os botaba para atrás e preferiron quedar na casa, pero viñeron buscar a súa ración para colaborar», incidía Manuel Rodríguez, el presidente de la comisión.
Aunque el tiempo les preocupaba, sobre todo de cara al proceso de cocinado, finalmente instalaron unas carpas y no hubo problema.
Como siempre, un público muy familiar y un montón de pequeños, que vieron en los hinchables su entretenimiento perfecto: «Comen algo, pouco, e despois están á súa festiña», decía ayer Roque entre risas.
Tampoco en Soandres se pueden quejar de la buena acogida a su cita, pues bajo una enorme carpa se dieron cita centenares de comensales para participar en la décima Festa Gastronómica. No exaltan ningún producto en particular, pero echan mano de esos dos platos a los que cualquier gallego que se precie no sabe decir que no: pulpo y churrasco. Hubo, además, una fiesta para los peques y la actuación musical de la cantante Ruth Cundíns.