Formulación. Una «receta» para cada casa. A partir de los resultados obtenidos en el análisis y de la calidad del forraje, se elaborará una fórmula de pienso adaptada a las necesidades de cada ganadería, para así ofrecer un bocado final lo más equilibrado posible.
Fabricación. En cadena. Se introducen los ingredientes en un ordenador central. Un sistema automatizado se encarga del resto: los pesa, los lleva a moler y los mezcla. Se toma una muestra del producto final y se distribuye a granel.
«En Galicia non hai un quilo de nada co que poder facer penso»
Hay un dicho entre las empresas productoras de pienso que dice que cualquier ganadero que trabaje aquí 50 hectáreas de terreno, tiene otras tantas al otro lado del charco. Y es que la práctica totalidad de los ingredientes son de importación -se abastecen, principalmente, en el puerto coruñés- y muchos de ellos provienen de América. Buena parte del maíz viene de Ucrania, pero también de Argentina y Brasil, como la soja. La colza es importada casi siempre de diferentes países de Europa, mientras que de los pocos ingredientes de mercado nacional serían la cebada y el trigo, y solo cuando hay buena cosecha, no como en la pasada temporada.