Las vacas se alimentan a la carta

Marta López CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

BASILIO BELLO

Cada vez más ganaderos compran piensos diseñados específicamente para complementar sus forrajes caseros

03 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Bien sea por incrementar la productividad, por la economización de recursos o por la mejora en términos de sanidad animal, lo cierto es que los ganaderos de hoy cuidan cada vez más el alimento que dan a sus reses. Además de esmerarse en conseguir forrajes de calidad para abastecer sus despensas a lo largo de todo el año, también eligen piensos que, lejos de ser fabricados en serie y con una formulación estándar, son diseñados por personal cualificado por y para las necesidades de su granja.

«¿Qué senta mellor, un traxe feito a medida ou un que se merca en serie?». Celestino Miñones dirige en Vimianzo, junto con su hija Paula, la comercial Agrosoneira, cuya historia como distribuidora se remonta a los ochenta, aunque en la fabricación propia de piensos comenzaron en el 1995. Sacan cada mes unas 3.500 toneladas, que sirven a alrededor de 150 explotaciones, que proceden en su mayoría de unos 70 kilómetros a la redonda.

Celestino Pose, junto con su hija Paula, llevan las riendas de la empresa vimiancesa Agrosoneira.
Celestino Pose, junto con su hija Paula, llevan las riendas de la empresa vimiancesa Agrosoneira. ANA GARCIA

El proceso, explica Celestino, empieza con una visita técnica a las explotaciones en la que un veterinario nutrólogo toma muestras del forraje producido por el ganadero. El pienso, al fin y al cabo, es la pieza final que completa los aportes nutritivos que debe recibir el animal en el bocado final. Una vez hecho el muestreo, se analiza y se elabora una fórmula personalizada que se ajuste a las características de cada explotación. «É case imposible que coincidan exactamente varias fórmulas. Énos máis fácil facelas novas para cada cliente».

Bienestar animal

No todas las reses tienen las mismas necesidades. Para empezar es recomendable hacer diferenciación entre las vacas que están dando leche y las secas (las que no están en producción). Una vaca recién salida de un parto tiende a sufrir una inmunodepresión que la hace más vulnerable a las infecciones. Es por ello que debe administrársele un tipo de alimentación rica en proteína y energía -necesarias para la producción de leche y la fertilidad- pero también con un cierto aporte de fibra, al ser rumiantes. «Cunha vaca seca, sen embargo, tratas de limitar a enerxía, para que non collan graxa», explica el nutrólogo Ricardo García Freita.

La facilidad en la digestión del alimento es un factor a tener muy en cuenta, de ahí se explica que muchas fincas de maíz se sieguen muy en alto, dejando unos cuantos centímetros de la base de la planta en el terreno. La parte más pegada al suelo, tiene una alta concentración de lignina, lo que la hace menos digerible, mientras que la parte alta, donde se encuentran las mazorcas, es de gran calidad. «Moitas veces escoitamos iso de: ‘Qué malo o maquinista, que deixou media planta na leira’, pero en realidade fixo moi ben, porque levou o que é máis nutritivo», plantea Celestino Pose.

Melchor García y Jesús Mato, de la cooperativa larachesa Coreber
Melchor García y Jesús Mato, de la cooperativa larachesa Coreber Ana Garcia

También en la cooperativa larachesa Coreber lleva unos cuantos años metida en la producción de piensos, distribuyendo alrededor de 600 toneladas al mes a unas 50 ganaderías, principalmente de Bergantiños. Señala su gerente, Melchor García, que los titulares de las explotaciones enseguida notan los beneficios: «É un cambio importante ter alimento personalizado, porque ademais de optimizar os teus recursos, as reses tamén reciben unhas racións máis equilibradas, o que implica unha mellora no benestar animal (menos problemas de panza e nas patas, máis defensas...), o que redunda na produtividade».

El proceso productivo

Una vez diseñada la fórmula que necesita cada explotación -y con las salvedades técnicas que pueda haber en cada fábrica productora- se introducen los ingredientes en un ordenador central y, mediante un sistema informatizado y completamente autónomo, se elaboran los piensos. Para ello cada fábrica tiene diferentes silos en los que almacenan las materias primas: macro ingredientes como maíz, soja, colza, girasol, cebada o remolacha; y los micro ingredientes o correctores, que son elementos menores que lleva el pienso.

Ordenador central en el que se introduce la fórmula de pienso deseada. Los siguientes pasos del proceso son completamente automatizados
Ordenador central en el que se introduce la fórmula de pienso deseada. Los siguientes pasos del proceso son completamente automatizados ANA GARCIA

De los silos pasan a una gran báscula, después a un molino y más tarde siguen al proceso de mezclado e inspección. Cada fórmula irá a parar a un nuevo contenedor una vez finalizada, y de ahí se tomará una muestra que los establecimientos deben guardar, como mínimo, hasta su fecha de caducidad por temas de trazabilidad. La regulación se endureció desde las vacas locas, así que en la actualidad cada ingrediente y cada proceso de la cadena productiva se ve reflejado en el etiquetado, de tal manera que el ganadero puede saber exactamente lo que tiene entre manos.

Una vez obtenido el resultado final, toman una muestra y la conservan, como mínimo, hasta su caducidad.
Una vez obtenido el resultado final, toman una muestra y la conservan, como mínimo, hasta su caducidad. ANA GARCIA

Inversiones millonarias

Coreber tiene en su fábrica 6 silos de producto terminado, 5 de materias primas de gran consumo y varios más de correctores, así como dos camiones y un furgón. En Agrosoneira, por su parte, desde la renovación que hicieron en 2012 y por la cual estuvieron dos años en obras, tienen 17 contenedores de macro ingredientes (alguno de más de 100 toneladas de capacidad), 9 de correctores y 14 de producto terminado. Tales instalaciones requieren de desembolsos millonarios que, en algunos casos, sobrepasan la barrera del millón de euros. En la empresa vimiancesa, además, invirtieron hace poco más de 140.000 euros en paneles solares para producir energía para consumo propio.

Las fábricas se componen de todo un entramado de silos, molinos y conductos de transporte. La planta de Agrosoneira tiene 30 metros de alto.
Las fábricas se componen de todo un entramado de silos, molinos y conductos de transporte. La planta de Agrosoneira tiene 30 metros de alto. ANA GARCIA

El proceso, paso a paso

Visita técnica. Trabajo preliminar. Un nutrólogo realiza una visita técnica a las explotaciones para hacer un recuento del volumen de forraje, tomar muestras y realizar una estimación del consumo.

Análisis. Medición de la materia seca. Una vez retirado el exceso de humedad, se analizan los nutrientes que aporta el forraje: fibra, valor energético, proteína...

Formulación. Una «receta» para cada casa. A partir de los resultados obtenidos en el análisis y de la calidad del forraje, se elaborará una fórmula de pienso adaptada a las necesidades de cada ganadería, para así ofrecer un bocado final lo más equilibrado posible.

Fabricación. En cadena. Se introducen los ingredientes en un ordenador central. Un sistema automatizado se encarga del resto: los pesa, los lleva a moler y los mezcla. Se toma una muestra del producto final y se distribuye a granel.

Detalle de una de las máquinas por las que pasa la materia prima antes de combinarse para el resultado final.
Detalle de una de las máquinas por las que pasa la materia prima antes de combinarse para el resultado final. ANA GARCIA

Detalle de una de las máquinas transformadoras de la materia prima.
Detalle de una de las máquinas transformadoras de la materia prima. ANA GARCIA

«En Galicia non hai un quilo de nada co que poder facer penso»

Hay un dicho entre las empresas productoras de pienso que dice que cualquier ganadero que trabaje aquí 50 hectáreas de terreno, tiene otras tantas al otro lado del charco. Y es que la práctica totalidad de los ingredientes son de importación -se abastecen, principalmente, en el puerto coruñés- y muchos de ellos provienen de América. Buena parte del maíz viene de Ucrania, pero también de Argentina y Brasil, como la soja. La colza es importada casi siempre de diferentes países de Europa, mientras que de los pocos ingredientes de mercado nacional serían la cebada y el trigo, y solo cuando hay buena cosecha, no como en la pasada temporada.