Del Cáucaso a las tierras de Soneira: exitosa Comida da Fía en Baio

Xosé Ameixeiras
X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

Más de medio millar de personas acudieron a la tradicional comida de las fiadoras de Soneira

02 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Estanis Urdampilleta, de 82 años, y su esposa, Bixem Larzabal, de 77, dedicaron gran parte de su vida a recuperar la tradición del lino en el País Vasco. Ayer estaban en la Exaltación da Fía do Liño de Baio. Vinieron a propósito. Contaba Estanis que la semilla del lino llegó del Cáucaso en el Neolítico. Se admiraba de que una treintena de mujeres, mozas, niñas y dos hombres (uno de ellos José Gabín), mostrasen ayer tanta destreza en el manejo del huso o la roca, tareas a las que también se quiso sumar la directora xeral de Comercio, Sol Vázquez.

BASILIO BELLO

El lino vistió a media humanidad durante siglos, pero la industria hizo olvidar los trabajos de las artesanas. En Soneira permanece perenne esta memoria del tiempo gracias a Amigos do Liño, que ha convertido la Comida da Fía en una fecha clave en la exaltación de las viejas costumbres soneiranas. Un encuentro con la historia más próxima. Ayer se sumaron de nuevo más de medio millar de personas, incluidos varios alcaldes, diputados, empresarios y personajes de la Iglesia, la ciencia y la cultura. Pero las personas más importantes para Carmen Riveiro, alma máter de todo este mundo, son «as fiadoras». Riveiro pidió futuro para las viejas tradiciones y para esta tierra y que los jóvenes dejen de ir a trabajar de camareros para Londres.

Hubo desfile como es obligado en este encuentro. De nuevo mujeres, mozas y mozos y niñas mostraron medio centenar de creaciones con dignidad y no menos naturalidad: prendas informales, complementos, vestidos de fiesta y hasta trajes de novia, uno novedoso con pantalones, y prendas con encaje. Una muestra de que el lino luce en cualquier circunstancia. Tiluca les dio forma y se llevó los aplausos.

Son ya 24 años de Comida da Fía. En el 2019 serán 25. Estanis y Bixem llevan 50 luchando por el lino en el País Vasco, con las administraciones dándoles la espalda. «Estamos satisfechos de lo que hemos hecho», dice, no obstante, Bixem. Los que quieran ver sus logros pueden encontrarlos en el museo de San Telmo de San Sebastián. En Soneira, mientras tanto, Amigos do Liño reina en la fortaleza de Vimianzo.