Un ganadero llena de color la fachada de su granja en Vimianzo

MArta López CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

Ana Garcia

Roberto Moreira López, de Salto, encargó a unos amigos el llamativo graffiti que decora tanto el establo como la cisterna del purín

17 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si algo suele escasear en una granja es la viveza que aportan los colores. Entre la desidia del trabajo diario, de lunes a domingo y sin los descansos típicos de otros empleos, y la bicromía en blanco y negro típica de la pinta gallega, pocas tonalidades se pueden extraer para alegrar un poco la vista. Por ese motivo, y para «facer un pouco máis agradable o traballo», el ganadero vimiancés Roberto Moreira López, asentado en Castro (Salto), decidió darle un toque distintivo a la fachada de su granja con un enorme grafitti lleno de viveza.

«Uns amigos de Vigo que se dedican a iso propuxéronnos facer o proxecto e pareceunos unha boa idea», explica el ganadero, al que le presentaron varias propuestas diferentes diseñadas específicamente para su establo. Al final, entre que era la opción que más se ajustaba a su economía y que, estéticamente, era la que más le complacía, acabó quedándose con la propuesta que ahora decora sin igual su granja. Unas enormes manchas negras salpican el fondo blanco -no tan inmaculado ahora como solía serlo, gajes del oficio- mientras que unos detalles en verde y amarillo ponen la nota de color y contraste. Además de una simpática caricatura de una vaca, también colocó en otro de los portalones una firma que desde entonces lo caracteriza: «Torres SAT», en grandes letras de color verde.

Ana Garcia

«Estiveron traballando cerca dunha semana, porque son bastantes metros os que tiñan que cubrir. Ata comeron aquí e todo, ¡foi toda unha aventura!», explica Moreira, cuya ganadería se ha convertido en algo así como una atracción turística para proveedores, empresarios y demás viajantes que la visitan con frecuencia. «Ao principio [la pintó hace algo más de un año] a todos lles sorprendeu moito, é normal, algo así non se ve moito por aí».

Aunque puede que a partir de ahora se vea mucho más, ya que los artistas que hicieron el proyecto ya han sido llamados para más trabajos como este, y otras empresas se han puesto en contacto con Roberto para interesarse por los autores del graffiti. Marca tendencia el vimiancés, que también quiso customizar recientemente la cisterna con la que aplica el purín. Para ello se ciñó al diseño original empleado en el establo, para crear marca y que esta fuese reconocible.

Ana Garcia

«Tela tan ben pintadiña case como que te obriga a intentar tela máis limpa e recollida. Motívate», indica el empresario. La obra, sin embargo, ya acusa el paso de este primer año y presenta algunas suciedades típicas de la labor agrícola que desarrollan en Castro. Se nota sobre todo en el silo, decorado con la apariencia de una ubre de vaca. «Xa falamos para que nos veñan a facer unha limpeza», aclara.

Para llevar a cabo el proyecto tuvo que informarse primero en la extensión agraria más cercana, ya que la legislación estipula una gama de colores a utilizar en las nuevas construcciones o ampliaciones de tipo agrícola. «Fun mirar porque non fose a ser que despois, se quixera facer un plan de mellora, me trouxese problemas. Pero dixéronme que, ao ser acorde coa actividade que facemos, non pasaba nada», indica el vimiancés, quien también ha incorporado un hilo musical que funciona durante todo el día para mantener entretenidas a las reses y que disfruten de un mayor confort. «Son animais, teñen que estar cómodos. Eu penso que canto máis lles das e mellor as tratas, mellor van responder tamén».