De Sicario a Conguito, los apodos más llamativos del fútbol costero

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

JORGE PARRI

Motes Fedello, Maradona o Pepe Wii son otros de los alias originales

07 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A muchos les pasó alguna vez. Querer saber cuál es el nombre original de una persona y no lograrlo debido a lo asentado que está su apodo o, también, pensar el porqué de ese mote y nunca llegar a saberlo con certeza. En el fútbol de la comarca existen (¡y existieron!) muchos casos de los anteriores. Y tantos. La gran mayoría de los jugadores lucen en sus camisetas verdaderas joyas.

Lo más habitual es usar el apellido como seudónimo, pero en Preferente, Primera, Segunda y Tercera Autonómica la cosa va más allá. Hay algunos a los que les tocó heredar los nombres de los negocios familiares. Tocó, porque los apodos son algo, en la inmensa mayoría de los casos, que no dependen de las propias personas indicadas. La culpa suele residir en los compañeros, sobre todo, o eso dicen los protagonistas de esta historia. En este primer grupo de motes destacan Vía Rápida (Alberto Álvarez, del Soneira), que luce ese nombre en referencia al restaurante familiar en Vimianzo; Pladur (Roberto Lago, del Esteirana) debido a que su padre fue el primero en trabajar este material en Esteiro; Moreno (Diego Méndez, del Baio) haciendo alusión a la carnicería A Morena de sus padres, y MC (Martín Fuentes, del Baio) en referencia a la tienda de deportes de su madre.

En la comarca tenemos también a quien imite, por lo menos con el nombre, a los jugadores más famosos de España y de todo el mundo. El mismísimo Munitis juega en el Muxía (Borja Blanco), Mackay en el Dumbría (Adrián López) y Mendieta en el Ponteceso (Abel Iván García). Hasta el eterno Maradona (en el Baio hubo otro) disputa cada fin de semana partidos con el Seaia (Martín Souto). Apodos que son un halago llevarlos en el terreno de juego.

En el caso de Martín Souto, el mote de Maradona le viene por destacar ya desde pequeño en los campos de fútbol. Durante la época de la adolescencia, en un partido disputado en una liguilla que se jugaba en los recreos del IES Urbano Lugrís de Malpica, marcó cuatro goles. Desde aquel momento, le quedó Maradona como nombre de por vida. Aunque al principio no le gustaba mucho, «co tempo foime quedando Mara, que xa me gusta máis», explicó ayer. No le ocurrió lo mismo a Abel Iván García, a quién el alias de Mendieta le fue puesto por su tío al encontrarle similitudes con el jugador castellonense. «Antes tiña o pelo largo e moi rubio. Meu tío comproume a camiseta de Mendieta e eu non a quitaba de enriba, polo que todo o mundo comezou a chamarme así», explicó Abel, quien dice que si lo llaman por su nombre de pila ni se inmuta.

Apodos de mujeres

También son curiosos los casos de dos jugadores del Fisterra que, pese a ser chicos, tienen como sobrenombres otros de mujeres. Por una parte está Juan Oroña, al que el mote de Tati le viene porque su hermana, con la que siempre estaba a piques, un día decidió llamarle así para chincharlo y todo el bus del colegio comenzó a llamarlo de ese modo. El otro caso es el de Dani Marcote. Sus amigos decidieron llamarle Rubia al tener un color de pelo tan claro y al ser muy presumido.

Pero las verdaderas joyas son las que vienen a continuación, que hacen referencia a alguna característica física o de carácter o, simplemente, son el resultado de una historia de lo más peculiar. Precisamente, sobre esto último sabe Cristian Lema, del Camelle, el cual es conocido por Sicario. Su nombre esconde aquel día en el que jugando con su hermana y una amiga con un cuchillo, esta última se lo agarró cortándose un dedo. «Un día un home preguntou no campo por quen era eu e houbo quen lle contestou, entre risas, que era o que lle cortara o dedo a unha, e xa me quedou o nome», recordó Cristian. Pese a la oscuridad del apodo, el del Camelle se lo tomó desde el principio como una broma y no le molestó para nada, eso indica.

Otro alias llamativo es el de Pepe Wii. Un verano, unos turistas de Badajoz llamaron al jugador José Luís Baña, del Porteño, pronunciando mal su nombre, y de ahí el apodo. Por otro lado está Daniel Varela, el portero del Baio, al que sus amigos bautizaron como Fedello al ser tan revoltoso de pequeño. No menos curioso es el mote de Conguito, que tras llevarlo su hermano mayor y su otro pariente mediano, le tocó también a él. Y todo fue por ser el más grande más moreno de piel de lo habitual. Otros que directamente tuvieron su inicio en bromas entre amigos fueron Petís y Pistón, Jose Pose del Buño y Manuel Cartamil del Lira, respectivamente. El primero por una rima y el otro por llevarse bien con un hombre que se llamaba Pistón.