Rutas escolares que marcan relaciones

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido CRÓNICA

VIMIANZO

04 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

De vez en cuando, como ahora, surgen debates y cambios sobre el transporte escolar, o el transporte público en general. Pero, que yo recuerde, nunca se ha entrado en profundidad a analizar por qué los niños de un lugar deben ir a un determinado centro, y los de otro justo al lado, a otro. Es cierto que en alguna parte hay que poner la línea, pero, ¿se debate por qué? Y en función de la elección, así serán tus compañeros, amigos, relaciones del resto de la vida. A menudo las rutas escolares o los mapas educativos no coinciden con los límites administrativos municipales o comarcales.

Hay mil ejemplos. En Tines-Vimianzo, los chavales van a Baio: infantil, primaria, secundaria y bachillerato. En la parroquia de al lado, Treos, todo a Vimianzo. Muy cerca de Tines, en Vilar de Zas, en el lugar de Sandrexo, algunos van a Zas y otros a Vimianzo. Y pasa lo mismo con Pazos, que pertenece a Tines. En unos apenas 5 kilómetros cuadrados, la diversidad es total, ya no por parroquias: ¡por núcleos!

En Dumbría, los niños de la capital municipal, Salgueiros, Buxantes y Berdeogas acuden a Dumbría; los de Olveira, a Baíñas, pero hay algunos que a A Picota, que es donde estudian sus vecinos de Olveiroa; y los de O Ézaro, hasta O Pindo, aunque los haya que cada mañana se van a Cee. La lista es muy larga. Un niño o niña de Camafreita, en Riobó (Cabana), se inicia en Agualada, sigue con la ESO en As Revoltas de Cabana y acaba en el instituto de Baio. No sé cómo estarán ahora las cosas por la cercana Anxeriz, pero hace unos años hacían infantil en la propia parroquia, la primaria en Bembibre, de Val do Dubra, y el instituto en Carballo, mientras que a sus otros compañeros los remitían a Santiago. Al lado, A Vila de Abade, entre Rus, Anxeriz y A Silva, iban a Cabaleiros.

No tengo muy claro que moverse entre concellos y comarcas sea estrictamente negativo. En los 70 y 80, todo Bergantiños, parte de Soneira y A Silva acudía a diario al Alfredo Brañas de Carballo y eso ofreció una cosmopolitismo que hasta entonces nos quedaba demasiado lejos. Incluso me paree mucho mejor que los que ahora lo hacen todo hasta el segundo de bachillerato en su propio municipio.

Pero sí es mejorable tener a vecinos de municipio, y hasta de parroquia, y casi no conocerlos. En Dumbría eliminaron este inconveniente con un sinfín de actividades que ayudaron a facer concello y a mantener viva una identidad que no es caprichosa. Tal vez la solución (nunca se adoptará ninguna, si no se ha hecho en tantos años) esté en lo intermedio, afinar más, consultar, aproximar... Y que en algunos casos no haya que recorrer hasta 20 kilómetros para ir a la escuela, como nos pasó a algunos un cierto tiempo.