La Cruz Roja como tabla de salvación

Juan Ventura Lado Alvela
J. v. lado CEE / LA VOZ

VIMIANZO

José Manuel Casal

Un centenar de soneiráns echaron mano de la entidad para salir adelante durante el 2016

22 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Alimentos, productos de higiene, ayudas educativas, una lavadora, un frigorífico,... Son elementos básicos para el desarrollo de una vida digna en pleno siglo XXI a las que difícilmente habrían podido tener acceso en este pasado 2016 más de un centenar de vecinos de la Terra de Soneira y con los que sí han podido contar gracias al apoyo de una treintena de voluntarios y toda la maquinaria que tiene detrás la Asamblea Local de Cruz Roja en Vimianzo, que este sábado por la noche hizo balance de su actividad en el ejercicio pasado. Un acto en el restaurante Pastoriza, que contó con la presencia de la presidenta provincial, Mercedes Casanova, y diferentes representantes municipales.

La entidad aprovechó para detallar la labor realizada y el dinero invertido, donde quedó claro que todo el apoyo que reciben siempre es poco ante las necesidades a afrontar. También hubo espacio para los agradecimientos a las empresas y particulares que más colaboraron con la Cruz Roja. La distinción especial de este año recayó en Ricardo Álvarez, el conocido emprendedor propietario del Vía Rápida, que recibió una placa por su compromiso de tantos años con la entidad benéfica.

El broche de la velada, a la que asistieron unas 240 personas, lo puso la cena, la música, los obsequios a los asistentes y el sorteo de regalos, que demostraron que el impacto social de la Cruz Roja en Vimianzo sigue siendo muy alto, así como el compromiso del pueblo hacia el colectivo.

Al margen de la labor asistencial más urgente, la Cruz Roja desarrolló en la capital soneirana una larga lista de actividades durante el año pasado, como las charlas de prevención del acoso escolar y el consumo de drogas, a las que asistieron 35 padres y madres, o las de sensibilización, a las que acudieron 319 jóvenes. El programa de teleasistencia para mayores, el préstamo de camas articuladas, el acompañamiento a domicilios o los talleres de alfabetización completaron la tarea. Además, la entidad participó en otras actividades populares, como la Legua Irmandiña, las charlas sobre la diabetes y distintos cursos formativos. Una labor de los voluntarios, sin duda alguna, digna de mención.