«Tenemos la responsabilidad de asegurar que las personas puedan ejercer su derecho a refugio»

Patricia Blanco
Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

Hoy se inaugura en Vimianzo la exposición «La humanidad en la guerra»: incluirá una actuación este próximo domingo

11 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Casa da Cultura de Vimianzo acogerá esta tarde (19.00 horas) la inauguración de la exposición La humanidad en la guerra, organizada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, con la colaboración de la asamblea local de la oenegé. En el acto estará presente la presidenta de esta, Rebeca Veiga; el regidor, Manuel Antelo, y también el director de Cooperación Internacional de la oenegé en la provincia de A Coruña, Juan Redondo (A Coruña, 1964). Él mismo da algunas claves de esta muestra, que incluye un repaso fotográfico a conflictos ocurridos en los últimos 150 años y que, además, tendrá una segunda parte el domingo. La exposición ha visitado ya A Coruña y, después de la capital de Soneira, se irá a Santiago, localidades todas donde las asambleas locales mostraron interés en acogerla.

-¿Cómo nace esta exposición?

-La idea nace de que el grupo de voluntarios estaba interesado en trabajar temas de derechos humanos y derecho internacional. Queríamos buscar una exposición que nos sirviera para que la gente se diese cuenta de que hay que intentar darle un poco de humanidad a la guerra. En medio de esto surgió la crisis de refugiados y pensamos que era muy interesante, dentro de lo que es el derecho internacional de las personas, juntar ese derecho de humanidad en la guerra más las consecuencias que ello tiene y los derechos de la gente que se está desplazando a Europa.

-¿Y el contenido? Están esas imágenes de Ricardo García...

-García Vilanova nos cedió una serie de fotografías. Él fue testigo directo y víctima de la guerra en Siria. Ha estado allí más de año y medio y tiene una fuente de documentación muy importante. Eso nos complementaba a nosotros al darle un punto de actualidad y calidad a la exposición, que se basa sobre todo en el archivo histórico del Comité Internacional. Es decir, hay fotos desde la Guerra de Secesión Americana hasta una imagen tomada en Afganistán el 3 de octubre, del bombardeo al hospital de Médicos sin Fronteras. En comparación con otras exposiciones que hemos tenido, es la que mejor ha funcionado hasta el momento, también con la colaboración de Afundación en A Coruña o, en este caso, el Concello. A la gente, creo, le llama también la atención la actuación que incluye el programa. En Vimianzo será el domingo (18.30 horas), organizada por la asociación Suria. En ella, una chica, que por cierto es de Vimianzo [Nadia Hariri, de padre sirio y madre vimiancesa], junto con otra, Lía Pichel, tratarán de expresar las dificultades que tiene la infancia en los conflictos armados.

-¿Tiene la impresión de que, en las guerras, la gente, los humanos, quedan en segundo plano?

-Nosotros enfatizamos los derechos de la población civil, los derechos de las personas que no son combatientes, los sistemas de sanidad, ayudas... Generalmente no nos metemos en las causas de las guerras, es una cuestión de los políticos o los militares; lo que sí intentamos es defender los derechos de la gente. Los ataques deben limitarse a los combatientes y objetivos militares. En una de las fotos, por ejemplo, se ve a un hombre regresando a las ruinas de su hogar en Líbano. También está la hambruna en Rusia por la Primera Guerra Mundial...

-¿Sabemos cómo afrontar esta inminente llegada de refugiados?

-Creo que tenemos capacidad para acoger, como país, a la gente que va a venir. Tenemos un sistema sanitario, un sistema social y un sistema legal que permite que puedan estar aquí. Lo que tenemos que trabajar, sobre todo, es que la gente se dé cuenta de que estas personas tienen unos derechos y nosotros tenemos que asegurar que se cumplan. Tenemos la responsabilidad de hacerlo, como ciudadanos del mundo, asegurar que puedan ejercer su derecho a refugio. Es lo único que pedimos. Si vuelven a su país... los matan. Es un derecho a la vida.

-En las redes se ve gente indignada por brindarles esa ayuda.

-Creo que hay una dificultad para ponerse en el lugar del otro. Tenemos que intentar que nuestros conciudadanos entiendan la problemática en la que está metida la gente que viene. Cuando lo haga, no solo racionalmente, sino empatizando, no tendrán problema. Cuando vean que es gente normal, con otra cultura y costumbres, pero que harán todo lo posible, el 99 %, por acomodarse. Sobre todo si se lo facilitamos.

-¿De qué se encarga Cooperación Internacional? ¿Avanzó la sociedad en concienciación?

-Yo llevo Cooperación Internacional, diplomacia humanitaria. Incluye desde la búsqueda de fondos para proyectos en el exterior a, sobre todo, y es lo que más hacemos aquí, sensibilización. Intentamos hacer llegar a la población la realidad de los países que viven en conflicto o están empobrecidos. Con respecto a la concienciación, todavía hay que trabajar, pero también hemos mejorado mucho. Cuando hay una emergencia, la gente responde muy bien. Si bien antes hablábamos de gente crítica, también la hay, y más, que apoya y se solidariza, gente con ideas. Creo que somos un pueblo bastante solidario, pero tenemos que seguir avanzando y, sobre todo, seguir concienciando a las Administraciones para que den un paso al frente en apoyo a las organizaciones que trabajamos en esto y a la población en dificultades, tanto los que vienen aquí como los que se quedan en su país.