Abrió Balarés Hotel, un espacio para experiencias que apunta a referente

Balarés Hotel acaba de abrir sus puertas en Ponteceso. Los apartamentos-cabañas ya recibieron a los primeros huéspedes, y la próxima semana echará a andar el restaurante.

Este espacio apunta a referente en el sector. De entrada, sus promotores, el matrimonio local formado por Rafa Varela y Silvia Facal —muy reconocidos por los dos restaurantes A Mundiña que pusieron en marcha en su día en A Coruña— no escatimó detalles.

El complejo está perfectamente integrado en el entorno hasta el punto de que la naturaleza se cuela en su interior. Destaca la madera por encima de cualquier otro material. Está presente en cada rincón.

El bosque, el mar, el sonido de los pájaros y el viento también acompañan al disponer de numerosas zonas exteriores y las tremendas vistas a la playa desde prácticamente todas las estancias.

Hay barro de Buño, madera reutilizada de bateas desde el polígono de Tella, y las lámparas emulan a nidos. Prima la artesanía local. Otro punto aparte merece la zona del comedor.

Rafa y Silvia tuvieron en mente este proyecto desde que el primero de ellos heredó la casa de sus abuelos. Pero el elemento más antiguo de la finca es un hórreo que apunta al año 1902. La pandemia les hizo reflexionar mucho. Vieron el potencial que tenían ante sus ojos sin explotar.

Apostaron por la restauración, y en el interior de la vivienda principal aún se conserva la lareira. Por haber hay hasta platos antiguos, bien hermosos.

El concepto del restaurante va más allá. Los comensales comparten espacio con la cocina para que el trato sea más familiar y la estancia resulte más acogedora, explican los dueños, que han decidido entregarse en cuerpo y alma a este proyecto. No solo en su construcción, sino en lo que está por venir. Su máxima es vivir amodiño. Disfrutar del instante, sin prisas. Esa es otra ventaja: aquí los relojes se paran.

Pero Balarés Hotel traspasará sus propias fronteras. Varela y Facal quieren ofrecer una experiencia plena en la Costa da Morte. De esta manera, y gracias a un acuerdo con la empresa de actividades turísticas Alalá, en Cabana, ofrecerán paquetes de excursiones de lo más puras para conocer las joyas de la zona. Así, pues, ir a la lonja, ver cómo se subasta el pescado y después degustarlo, será una opción. Además, con un guía y una furgoneta vintage habilitada para la ocasión. Esta solo es una de las posibilidades. Senderismo, oficios tradicionales, teatralización... La historia estará muy viva a través de personajes como Suso Lista, o Iago Espasandín en las carnes de Pondal.

Turismo de calidad, sostenibilidad y accesibilidad

Hablar de Balarés Hotel es, al fin y al cabo, hacerlo de turismo de calidad, ese que empieza a aflorar en la Costa da Morte y que abre nuevas posibilidades. Un concepto que no se entiende sin otros.

Este espacio defiende a capa y espada la sostenibilidad y la accesibilidad. Ambos aspectos se aprecian en cada apartado. Huye de los plásticos. Así, entre los materiales usados para la construcción se encuentran el zinc y la teja del país. Además, los seis apartamentos que son en total (cuatro cabañas y dos estancias en la casa) están muy aislados.

Las zonas llanas también predominan. Una de las cabañas está totalmente adaptada y los gerentes preparan una plaza de aparcamiento accesible bajo cubierta.

En el garaje, también habilitarán un punto de recarga para los coches eléctricos, y aspiran a ser hotel BTT, esto es, con servicio para potenciar el uso de las bicicletas.

Un servicio personalizado, a disposición de los clientes

Rafa y Silvia no se cierran a nada. Trabajarán un menú, basado en los productos del mar, sobre todo, pero siempre abiertos a las peticiones de los clientes, bajo reserva. El servicio también se abrirá al público en general, previo aviso. Será una mezcla de cocina moderna y tradicional.

De que los responsables están a plena disposición de la clientela, no cabe duda. «Que queren facer un churrasco? Xestionámoslle nós a carne. Que fai falta ir buscalos á estación de buses de Carballo? Vamos», comentan con la ilusión que siempre aporta iniciar un proyecto. Potenciarán las puestas de sol con cuidadas cestas de merienda y ofrecerán un servicio de cocina más ligero y abierto para facilitar las estancias, pese a que los apartamentos están dotados con equipación preparada.

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