Las orquestas recobran el pulso en la Costa da Morte: «A verbena resiste todo»

Pablo Varela Varela
pablo varela CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

BASILIO BELLO

Ponteceso y Camariñas concentraron las fiestas al aire libre del pasado fin de semana

13 oct 2021 . Actualizado a las 18:51 h.

«Ponteceso foi un sitio de movida, e o do sábado supuxo un ensaio do que poderemos volver a revivir», afirma Lois García Carballido, alcalde del municipio. La segunda jornada de las fiestas de apoyo a la verbena gallega se saldó con un buen ambiente y la sensación de que, muy poco a poco, el sector recupera pulsaciones tras un año y medio de apuros y falta de oxígeno a causa de la pandemia.

En la Costa da Morte, donde la verbena es un elemento casi que identitario, el regreso paulatino de las orquestas supone un paso más hacia esa teórica vuelta a la normalidad. No es, en todo caso, el escenario de antaño, pero sí se palpan avances y, a la vez, cautela. «O proxecto que se presentou no Concello de Ponteceso para esta festa era cun tope de 800 persoas no recinto do campo da feira, con control de acceso. En ningún momento se superaron as 530, cando se rexistrou o pico á unha da mañá», estima Carballido. Efectivos de la Policía Local y voluntarios de Protección Civil estuvieron presentes durante la noche para ejecutar las tareas de coordinación y vigilancia, apoyados por personal de seguridad privada.

En Ponteceso, donde las fiestas se alargarán hasta el martes, se revivieron imágenes de antaño. Parejas de 40 y 50 años que se conocieron precisamente allí regresaron, por un día, al punto de partida de su relación. «A verbena demostrou que resiste todo. E foi bonito ver ós nosos maiores bailando de novo, tamén á xente doutros municipios, como Santa Comba, vir á festa. Houbo momentos nos que pensei que estaba noutra cidade, porque non coñecía a ninguén», cuenta Carballido.

Mientras, en Camariñas, la París de Noia amenizó la noche del sábado, desde las 21.30 horas hasta la medianoche. Ya en los días previos, al Concello fueron llegando llamadas desde distintos puntos de la geografía gallega, de localidades como Muros o Noia, por el interés en saber cómo acceder al recinto de fiestas, acotado para unas 2.000 personas. Con todo, y pese a que la afluencia fue notable, no se llegó a alcanzar esa cifra. Seis policías locales, la Guardia Civil y también la seguridad privada se encargaron de asistir a los presentes. «O que se notou é que moita xente tiña gañas de ter novamente as verbenas preto de casa», certifica Sandra Insua, alcaldesa del municipio. La regidora apuntó la importancia de que el gremio de las orquestas vuelva a estar en funcionamiento, acercándose a su ritmo de actividad anterior. «Foi e é un sector moi afectado pola crise sanitaria do coronavirus. Dos que aínda estaban pendentes de reactivarse, e para eles era necesaria esta aposta», comenta Insua.

«En la París de Noia tenemos expectativas muy buenas con vistas al año que viene»

Este domingo, el equipo de la París de Noia se echó nuevamente a la carretera, rumbo a la localidad lucense de Pontenova. Lo hizo tras una noche especial en Camariñas. Poco a poco, orquestas y asistentes van recuperando sensaciones, aunque nadie se olvida de la presencia del covid-19. «La gente debe estar con la mascarilla y hay controles de aforo y también algunas restricciones. En general, vemos a todo el mundo muy concienciado. Es una sensación que ya tuvimos en Lugo y el sábado en la Costa da Morte, en verbenas de este formato», explica José Antonio Blas Piñón, gerente de la París de Noia.

Desde el palco, la perspectiva de los artistas confirma que, allá por donde van, las fiestas se echaban de menos. «Nunca faltaron las ganas, pero en estas últimas actuaciones ya parece que se vislumbra una luz al final del túnel. Antes costaba verla, pero se están reactivando las cosas. En Galicia, y en la Costa en particular, las verbenas forman parte de nuestras raíces», reivindican desde la agrupación.

Que este año se intuye como una especie de transición o bisagra para el gremio lo atestigua el propio Blas. De cara al 2022 ya tienen más de un centenar de actuaciones programadas, así que sus esperanzas están puestas ahí. «Por ahora, todas las verbenas han sido en goteo, pero es cierto que tenemos expectativas muy buenas con vistas al año que viene», afirma.