Foro Voz en Ponteceso: «Esta tiene que ser la década del paisaje»

Marta López CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

Como un recurso natural, económico y patrimonial: así lo describieron los expertos desde O Couto

25 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fundación Eduardo Pondal lleva ya un tiempo siendo templo de conocimiento y escenario de interesantes debates: el último, hace apenas una semana, alrededor de los motivos por los que los hórreos deberían ser declarados patrimonio de la humanidad. Sin embargo, en esta ocasión la temática elegida llamaba por emplazamientos dinámicos y por observar en directo lo que expertos ponentes iban desgranando. Así, la Fundación y La Voz de Galicia, con el apoyo de la Xunta, se aliaron para el primer Foro Voz andante -como fue bautizado por los asistentes- sobre el paisaje pondaliano. El escritor y profesor Miguel Mato, el investigador y divulgador Félix Neira, el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, el biólogo Xoán Fontaíña y los emprendedores Fran Brea y Sandra Varela aportaron pequeñas perlas de conocimiento a lo largo de una caminata entre O Couto y Balarés, atravesando el magno Esteiro do Anllóns.

Lois García Carballido, alcalde de Ponteceso y presidente de la Fundación
Lois García Carballido, alcalde de Ponteceso y presidente de la Fundación BASILIO BELLO

Pero antes, tras un café vigorizador, la sede de la Fundación Eduardo Pondal acogió la inauguración de la jornada, que el periodista y delegado de La Voz en Carballo, Xosé Ameixeiras, se encargó de presentar. El alcalde de Ponteceso y presidente de la Fundación, Lois García Carballido, alabó en su saluda las últimas iniciativas de la Xunta en materia paisajística, tanto en lo referido a la normativa como en cuanto a la convocatoria de ayudas, por ejemplo, para combatir el feísmo. «Sempre digo que para entender a poesía de Pondal hai que vir a Ponteceso», prosiguió el regidor, que describió al entorno natural como un «activo turístico e económico» que puede favorecer la consolidación de empresas y la fijación de población.

Francisco Barea, director del Instituto de Estudos do Territorio
Francisco Barea, director del Instituto de Estudos do Territorio BASILIO BELLO

Francisco Barea, director del Instituto de Estudos do Territorio, cogió el relevo e inauguró la jornada clamando porque «esta sea la década del paisaje» y que el afecto por la naturaleza no se quede solo en estos años pandémicos. Barea, que elogió el trabajo desarrollado desde fundaciones como la pontecesana, explicó que desde que en 2008 se promoviese la primera ley del paisaje desde entonces se ha ido completando toda la normativa. «Ahora solo queda cumplirla», puntualizó, aseverando que «el cuidado del paisaje tiene que partir de nosotros como individuos, y después ya está la Administración para ayudar».

Instó el representante autonómico a valorar lo propio y a guiarse por los diferentes catálogos que la Xunta ha ido publicando para guiar a particulares y empresas en directrices comunes que eviten más imágenes «como esa del somier a modo de cierre de una finca». «El resultado no se verá mañana», pronosticó Barea, «pero quizá nuestros hijos o nuestros nietos hereden un paisaje completamente diferente».

«Pondal é pura paisaxe»

Se inició entonces, al filo de las 11.00, el recorrido hacia Ponteceso. La primera parada, en una zona de verdes agras, fue revestida con referencias poéticas a las que hizo alusión el escritor y profesor Miguel Mato, a quien la poesía de Pondal -dijo- le recuerda a la música de Chaikovski: «Son dous poetas que teñen dúas características en común: a afirmación nas raíces folclóricas e culturais da súa terra e a conciencia de universalidade». Sobre el entorno en el que habló a los presentes, resaltó su «bucolismo» y lo curativo que puede resultar abstraerse en la naturaleza. «Pondal é pura paisaxe», concluyó, «se fose pintor, tería moitos matices, do estilo dos impresionistas».

Miguel Mato, ponente
Miguel Mato, ponente BASILIO BELLO

Neira profundizó en el origen de varios topónimos junto al Anllóns

Pobrense afincado en Ponteceso, el investigador Félix Neira, gran conocedor de la obra pondaliana, fue el encargado de amenizar la segunda parada del itinerario, ya en pleno bullicio urbano y junto a la casa natal del bardo. Allí se paró a reflexionar sobre los orígenes del apellido Pondal y de diferentes topónimos que se encuentran en los alrededores del Anllóns, como Xuncal das Olas, que Neira atribuye a la aparición de numerosos recipientes cerámicos.

Félix Neira, ponente
Félix Neira, ponente BASILIO BELLO

También compartió con los presentes la teoría de que A Trabe podría eludir a la existencia de una trabe (viga) de oro, aunque aseguró que es una hipótesis aún sin desarrollar y que no se atreve todavía a ponerla sobre el papel. No como el topónimo Mezquita, que según él se trataría de un nombre folklórico que haría referencia a un dolmen: «Un arqueotopónimo da mourindade», expresó. También habló de la «querenza pola antropoloxía» de Pondal, aunque dijo que no veía en la obra del bardo «unha intención de explicar os topónimos».

El estuario del Anllóns, ensueño para geólogos y ornitólogos 

Continúa la comitiva desde la casa de Pondal para adentrarse en la ruta de senderismo PR-G 148, un itinerario de 11 kilómetros que une las localidades de Ponteceso y Corme pasando por entornos tan espectaculares como la ensenada de A Insua o Balarés. Antes de llegar al observatorio ornitológico, punto en donde el biólogo Xoán Fontaíña tenía previsto hablar sobre las diferentes especies de aves que pueden verse en el estuario, el grupo se detiene para observar cinco ejemplares de espátula que se están alimentando en pleno periplo migratorio. Esta ave, explicó Fontaíña, se abastece en los humedales, introduciendo su largo pico entre los lodos y filtrando lo que allí encuentra.

Ya en el observatorio, el biólogo habló sobre la importancia de este tipo de estuarios para las aves migratorias, que cuando hay malas condiciones meteorológicas se detienen allí para descansar, pero también para las especies que allí anidan, como el escribano palustre (en riesgo máximo de extinción y con malas cifras en las últimas campañas) o la píllara, también en riesgo de desaparecer aunque suelen criar tres parejas en la zona de la barra.

Xan Fontaíña, ponente
Xan Fontaíña, ponente BASILIO BELLO

Puso Fontaíña de relieve el turismo ornitológico, todavía «lonxano aquí», pero ya explorado en otros puntos del mundo, como Reino Unido o los Estados Unidos. «O espazo natural galego onde máis especies se poden ver é a enseada da Insua», dijo el experto, que citó las 289 especies reconocidas en buena parte gracias al ornitólogo José Luis Rabuñal. «O ano pasado, en plena pandemia, chegaron a verse 127, que está moi ben», concluyó.

Dos emprendedores le tomaron el relevo en el mismo enclave. Por una parte, Fran Brea, que habló de proyectos innovadores en el entorno del estuario del Anllóns e hizo un alegato en favor del turismo sostenible y respetuoso con el entorno. Retomó el argumento ya esgrimido por Carballido a primera hora de la mañana y habló de la generación de riqueza en torno a estas actividades, así como a su potencialidad para fijar población en una comarca deprimida como es la Costa da Morte.

Fran Brea, ponente
Fran Brea, ponente BASILIO BELLO

«Dicía Manolo Rivas que aquí podería haber unha cátedra de beleza, e non andaba lonxe», aseveró antes de dar paso a Sandra Varela, que habló en calidad de propietaria de una vivienda turística y de miembro de la Asociación Camiño dos Faros. Puso de relieve la belleza y la diversidad de la etapa que pasa por el estuario: «É un resumo de todo o que pode verse nas restantes oito», resaltó, además de reivindicar la importancia del sector turístico para la economía de la comarca, «visto que os outros sectores nin están, nin se esperan». Echó mano, asimismo, de la sabiduría de su abuelo para instar a visitantes y a vecinos a cuidar la naturaleza, «que seguirá aí despois de que nós morramos».

Sandra Varela, ponente
Sandra Varela, ponente BASILIO BELLO

Y no podría ser otro quien cerrase la jornada que el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, que diseccionó para «el común de los mortales» cómo se creó el paisaje que los participantes pudieron ver durante la caminata. Explicó, por ejemplo, que el esteiro do Anllóns es un espacio privilegiado para observar el lugar en el que colisionaron los continentes de Gondwana y Laurasia, hace millones de años: «Un meteuse por debaixo do outro nun fenómeno que se coñece por subdución. O Anllóns aproveitou a fondura para escavar e quedou unha depresión». Explicó Romaní, asimismo, que este espacio en la ría de Corme y Laxe «é o único sitio no que se pode ver o mar entrar nesa depresión».

Ya en el entorno de Balarés explicó el proceso de formación de la que es considerada la duna rampante más alta de Europa, el Monte Branco, y de la mina de Titania en el arenal de Balarés. También dejó boquiabierto a más de uno al asegurar que en unos cien años es probable que la playa vuelva a ser de coídos. «Uns coídos que terán centos de miles de anos, de aí a importancia de coidalos, ben o di a palabra, e de non marchar con eles», dijo Romaní a los presentes, antes del almuerzo.

Juan Ramon Vidal Romaní, ponente
Juan Ramon Vidal Romaní, ponente BASILIO BELLO

Allí donde las letras y la tradición oral se encontraron

Entre ponencia y ponencia, y mientras los expertos cubrían a pie el tramo entre O Couto y Balarés, fueron surgiendo anécdotas y manifestaciones espontáneas de conocimiento dignas de reseñar. Curioso fue el momento en el que Sandra Varela, del Camiño dos Faros, compartió la anécdota de que, antaño, hubo algún tipo de paso de margen a margen de la ría y que en una ocasión, de camino a un entierro, se cayó un ataúd al agua. Esa historia que supo de mano de su abuelo, y que seguramente corrió de generación en generación, la traía preparada Neira tras saber de ella en los escritos de un erudito cura. Tradición oral y documental se encontraron en una mañana en la que hubo también tiempo para un recital poético que corrió a cargo de Miguel Mato. Leyó Cando xazan do cisne, una de esas piezas que, según había comentado horas antes, tanto le recuerdan a la música de Tchaikovsky.