Los autónomos se quedan sin cobrar, y los rebeldes, sin saber quién grabó los vídeos

«Implórolles, póñome de xeonllos, pídolles que deixen as cuestións políticas a un lado e pensen nos empresarios. Se non queren votar a favor polo menos abstéñanse. Detrás hai empresas e moitas familias pendentes de cobrar». Con este discurso, el alcalde de Ponteceso, Lois García Carballido, intentó cambiar el signo de un voto contrario a la propuesta de su grupo.

Pero ni con esas. Ya le había pasado en el pleno ordinario de finales de septiembre. Los ediles del PP, APIN-SON y los socialistas rebeldes con su gestión votaron en contra y, por tanto, tumbaron el pago de los 295.775 euros en facturas. El regidor, en todo caso, dejó claro que estos autónomos cobrarán lo que se les adeuda. Eso sí, tardarán «sete, oito ou nove meses en facelo» y será gracias al Plan Único de la Diputación en detrimento de las obras. Eso si a algún afectado no se le ocurre ir al Contencioso- Administrativo para cobrar, lo que supondría, según Carballido, «o pago de xuros con cargo ao Concello». Y de paso recordó que la situación en el tejido productivo local no debe ser muy boyante «cando hai oitenta solicitudes para o Plan Reactiva da Deputación».

Carballido explicó en la sesión ordinaria, que arrancó a las 18.00 horas ayer, que de los 295.775 euros, dos tercios del total, unos 200.000 euros, tenían partida presupuestaria consignada y, por lo tanto los otros 105.000 restantes tendrían que ir mediante el reconocimiento extrajudicial de crédito que salió adelante.

Versión de la oposición

Este discurso conciliador cayó en saco roto. Los portavoces del PP, Daniel García Cotelo, y APIN, José Manuel Pose Verdes, dejaron claro desde un principio que iban a votar en contra de ese pago. Pose recordó que del total de facturas llevadas a pleno «dous terzos pódense pagar sen levar a pleno, porque hai partida orzamentaria para elo».Y con respecto a los 100.000 restantes, que deberían ir por el extrajudicial, señaló que se deben «a súa mala xestión». Y argumentó: «Os orzamentos tan magníficos que presentou tradúcense nun recoñecemento extraxudicial por pleno polo que no vindeiro supoño que fará o mesmo. Entre todos suman 800.000 euros no que vai de mandato». Dijo que no se le debía echar la culpa a la oposición «dunha nefasta xestión do alcalde». Y concluyó: «Vostede é o problema. Se marcha, ao día seguinte aprobamos o pago das facturas».

El portavoz del PP, Daniel García, fue más contundente en sus intervenciones: «Non falou con nós do pago destas facturas, trae a pleno o mesmo que hai dous meses, contrata traballos sen ter os cartos e agora pretende poñer á oposición aos pés dos cabalos». Le recordó que de los 295.775 euros puede pagar facturas por 200.000 porque tiene partida para ello: «Se non lles paga é porque non quere», indicó. Recordó que hay un informe de intervención desfavorable, y acabó su intervención de forma muy concisa: «O seu é a crónica dunha morte anunciada. Ten que marchar e se non haberá que botalo». La primera sesión acabó con la aprobación de la cuenta general y la modificación de la ordenanza para flexibilizar las condiciones de acceso al alquiler de dos viviendas de titularidad municipal para familias sin recursos.

Pero el esperpento llegó con el segundo pleno. A petición de Faustino Santiago, Salvador Eiroa, Ana Pérez y Raquel Fondo se solicitó al regidor qué explicara cómo se llevó a cabo las famosas grabaciones en el despacho de alcaldía. El debate entró en un callejón sin salida. El alcalde dijo que si el caso estaba judicializado que no teñía nada que decir. Consideró que la prioridad es el interés general de los vecinos. Pero dejó dos perlas en su intervención: «O alcalde non cede a chantaxes, non penso dimitir» e invitó a la oposición a que presente una moción de censura. Cuatro ediles fueron expulsados: Salvador Eiroa, Faustino Santiago, Miguel González y Daniel García. Por su parte, José Manuel Pose abandonó el pleno por motivos de salud.

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