Lupo, mucho más que un juego de bloques con el que aprender construyendo
PONTECESO

FORO VOZ | La arquitecta Patricia González presentó en el foro esta iniciativa, nacida con una vocación didáctica transversal y que ya está presente en muchos colegios
07 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Para estrechar la siempre difícil relación entre la teoría y la práctica en el campo de la educación nació el sistema Lupo, un proyecto didáctico promovido por profesionales de diferentes ámbitos y pensado para que los niños puedan aprender construyendo.
En nombre del equipo promotor habló Patricia González en el Foro Voz. Allí explicó los fundamentos de esta iniciativa, que ya ha sido trasladada a diversos centros educativos y museos. El sistema Lupo parte de la arquitectura y del tradicional juego de bloques de construcción, extendiendo su didáctica transversalmente hacia las matemáticas, la física, el arte, la historia, la música o el diseño.
Lupo se basa en siete piezas básicas, cuatro rectas y tres curvas. Todas ellas suman una unidad, pero pueden combinarse de mil formas para obtener múltiples construcciones. Con ellas, y con fichas didácticas que las acompañan, los niños pueden aprender desde las partes de un hórreo hasta los órdenes clásicos. Incluso llegaron a reproducir en tamaño real una vespa. Con ella, los escolares no solo se familiarizaron con su estructura, sino también con su historia y con lo que supuso esta motocicleta para la liberación de la mujer, explicó Patricia González durante su intervención.
Este singular proyecto se ha ido nutriendo de colaboraciones con museos y diferentes entidades. Hasta el momento pueden presumir de haber hecho reproducciones de esculturas de Chillida o de haber construido un fragmento del acueducto de Segovia a escala.
Con el tiempo, Lupo ha ido evolucionando. Si el material empleado al principio era el porexpán, ahora tiran más por la madera, de diferentes tipos en función del tamaño deseado para las piezas y de la precisión que necesiten. También han ido surgiendo subsecciones, como el Ecolupo, con el que aprovechan los restos de las carpinterías para elaborar sus piezas. «A primeira experiencia que tivemos coa madeira, foi coa laminada. Decatámonos de que estabamos xerando moitos desperdicios e aí foi cando descubrimos o mundo dos despuntes. Ata nos topamos cun taco que tiña un balazo: a madeira é un material con historia».
Para lograr un aprovechamiento óptimo del material sobrante, también lanzaron un experimento para revalorizar esos «negativos» que resultaban tras sacar de los trozos de madera las piezas de Lupo.
La madera, clave para no superar los umbrales que harían al planeta Tierra inhabitable
Ingeniero técnico forestal, aunque actualmente inmerso en un ámbito totalmente diferente como es el textil, el cabanés David Allo fue el último en salir al estrado del Foro Voz en O Couto. Lo hizo para hablar de sostenibilidad, un concepto complejo que, no obstante, bien podría definirse en una única máxima: respetar al planeta.

David habló de los 9 límites planetarios, un marco conceptual introducido en 2009 por un grupo de 28 científicos internacionales para evaluar el estado de 9 procesos fundamentales para la estabilidad del sistema Tierra. Se proponen una serie de umbrales que, en caso de ser superados, podría ponerse en peligro la habitabilidad del planeta.
La capa de ozono, la biodiversidad, la contaminación química, el cambio climático, la acidificación de los océanos, el ciclo de agua dulce, los ciclos bioquímicos de la tierra, los aportes de nitrógeno y fósforo a la biosfera y océanos y, por último, la contaminación atmosférica son los 9 indicadores del estado de salud de la tierra, y en casi todos ellos encontró David Allo a la madera de forma transversal. «Quizais me quedaría atoparlle unha relación coa capa de ozono», bromeó. El caso es que el cuidado de los sistemas forestales, según apuntó, es «esencial» para que estos umbrales no sean sobrepasados.
«Existe unha gran complexidade á hora de impulsar negocios que non danen todo isto [los 9 límites planetarios]», explicó el ingeniero, que actualmente es director de sostenibilidad de Texfor, la Confederación de la Industria Textil. «Non obstante, a agricultura de subsistencia si que foi capaz sempre de desenvolverse de xeito sustentable», indicó el cabanés, que considera que, pese a la opinión generalizada, en la actualidad «estamos nun momento moi doce». Así lo explicó: «Ata hai pouco as partes económica, ambiental e social estaban desligadas. Agora xa non, e iso hai que aproveitalo».
Por último, Allo instó a las tres partes implicadas en el proceso forestal -propietarios, empresas y Administración- a implicarse por igual para «que se dean conta do valor que teñen os montes como fonte de riqueza», sentenció el ingeniero en O Couto.