TURISMO A TODA COSTA | En la tierra natal de Pondal, Ponteceso, se ubica el Museo Etnolúdico de Galicia, un proyecto que va para 7 años y que, tras el confinamiento, ya tiene sus puertas abiertas
26 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Pocas personas tienen el tesón de Ricardo Pérez y Verdes (Ibiza, 1944, aunque con padres oriundos de Tella, Ponteceso). Contagia alegría cuando habla del Museo Etnolúdico de Galicia, el Melga, un proyecto que si bien empezó siendo casi algo personal, fruto de un empeño propio, ahora resulta un imprescindible en la Costa da Morte y fuera de ella. «El Melga es algo único en el mundo, por su funcionalidad», detalla. Va camino de los siete años abierto y, si bien existen en otras latitudes instalaciones dedicadas a una época concreta o a un juego particular, como los bolos en Cantabria, lo que este museo ofrece es una visión de los juegos y deportes tradicionales a través de los tiempos, desde la prehistoria hasta la actualidad: «La evolución histórica del juego», remarcaba ayer, dando cuenta de que, tras el confinamiento, las puertas están ya abiertas: por el momento, de lunes a viernes, de 10.00 a 13.00.
Situado en la tierra natal de Eduardo Pondal, Ponteceso, ya se han superado de lejos las 14.000 piezas atesoradas que iban allá por el 2018: Pérez y Verdes, que además de dirigir el proyecto preside una fundación con su nombre, sigue buscando incansablemente material para el centro. De sus viajes, que son muchos e internacionales y en gran medida ligados a congresos sobre patrimonio lúdico, siempre regresa «cargado» con algo nuevo. Lleva detalladísima cuenta de las miles de visitas que acuden al Melga y de ellas ofrece una crónica exhaustiva. Destacan los visitantes de la provincia de A Coruña, de todas las edades: calcula, además, que un 80 u 82 % de colegios de este territorio ya han pasado por la instalación, siguiendo en el ránking Lugo. Ourense y Pontevedra quedan más a desmano y requieren un día entero para el desplazamiento, sopesa.
«Lo primero de todo es la añoranza, en los mayores. La morriña de aquellos juegos de su infancia», expone Ricardo cuando se le pregunta por una razón para visitar este museo en el que se pueden encontrar, también, pasatiempos de las más diversas comunidades y países. Y explicaciones, muchas explicaciones. ¿Por qué en mayo, por ejemplo, se hacían los cichotes en Galicia? «La importancia de las visitas es que se puede participar en esos juegos y los niños disfrutan al máximo. Hay un intercambio, además, dentro de las propias familias, porque los abuelos pueden contar mucho. Una exposición real de la vida», completa. El 2019 coronó una acogida que ha venido siendo muy buena desde el inicio, así que Pérez y Verdes se muestra claro: «Creo que necesitamos otro impulso, que tenemos ya suficiente referencia para decir que esto es válido. Necesito ayuda, necesito personal», asegura. A sus 76 años, comenta alegremente que él tiene «fecha de caducidad», así que le gustaría poder enseñar durante un tiempo a personas que se vayan a implicar en el proyecto, «para que entren en la dinámica, aunque yo esté atrás, dirigiendo». Ya tiene reuniones previstas por ello con varias Administraciones. Tampoco le cabe duda de que se precisan más salas expositivas y añade que, en mente, tiene la creación de un parque temático exclusivo de juegos tradicionales o la creación de una ludoteca específica dentro de la biblioteca. Está convencido de que estos entretenimientos y deportes de antaño tienen mucho futuro y, de hecho, él es parte de la entidad Patrimonio Lúdico Galego, que ahora en el confinamiento ha promovido juegos a diario para los niños: con todo ello editarán un documento.
De otro lado, el tiempo de «encierro» le ha permitido a Pérez Verdes, más en lo personal, avanzan en una mudanza que le obliga a mover más de 36.000 libros. Lleva 618 cajas, pero es que su currículo y formación pesa: doctor en Educación Física, ejerció la docencia en varios niveles y fue también seleccionador de voleibol y deportista de éxito (balonmano, fútbol...): primer internacional de voleibol de Galicia, fundador del primer equipo gallego, entrenó a selecciones de Costa Rica, Colombia y España, logró el récord de España de lanzamiento de jabalina cadete... Tiene cinco titulaciones, entre ellas bellas artes o ingeniería técnica naval. Y como norte, siempre, la familia.