Desalojadas tres familias de un edificio con grietas en Ponteceso

Xosé Ameixeiras
X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

ANA GARCÍA

Los técnicos creen que las hendiduras derivan de unas obras en la planta baja

07 oct 2019 . Actualizado a las 07:54 h.

Tres familias de Ponteceso fueron obligadas ayer a desalojar el inmueble del número 49 de la avenida Eduardo Pondal a causa de las grietas que se generaron en el inmueble durante la noche del sábado. Los daños podrían derivar de unas obras realizadas en el bajo durante el mismo día. En el Concello no consta que se haya solicitado licencia para la realización de estos trabajos.

Los inquilinos se inquietaron porque durante la noche oyeron ruidos y vieron como se producían grietas del grosor de una moneda en los tabiques. Contactaron con Protección Civil y el grupo de emergencia supramunicipal (GES). Ayer por la mañana acudieron al lugar la Policía Local, miembros del GES, un técnico municipal, ediles y el propio alcalde, Lois García Carballido. Tras evaluar la situación y ante la incomparecencia del dueño del bajo, donde se habían llevado a cabo obras el sábado, las autoridades municipales indicaron la necesidad de desalojar el inmueble, que consta de cinco viviendas en las que habitan actualmente tres familias.

Fue necesario tomar esta medida porque el propietario del local comercial, en el que hubo un supermercado, no acudió al lugar para abrir las puertas y evaluar la posibilidad de hacer los apuntalamientos que eviten el agravamiento de la situación.

El inmueble fue construido hace unos 40 años y está situado en un área de juncales, con lo que cualquier intervención necesita ser muy medida para evitar la daños al conjunto de la edificación y comprometer su estabilidad.

Según uno de los testigos del desalojo, «a xente estaba moi afectada. Eu vin bágoas nos ollos dalgunha das persoas que tivo que abandonar a súa vivenda».

Los técnicos del Concello constataron como había escombros en las proximidades del edificio. Al parecer, la idea del propietario es hacer una especie de garaje o similar. De hecho, en una finca próxima hay varios coches depositados. Lo que no entiende alguno de los perjudicados es que la ley les haga desalojar un inmueble porque amenaza peligro y no se le pueda obligar al dueño del bajo a abrir para que el técnico municipal pueda decir cómo apuntalarlo y evitar que esas mismas familias tengan que buscar el auxilio de los parientes próximos para hospedarse. No entienden tampoco cómo se pueden hacer trabajos de reforma de un local sin pedir licencia. «Nós agora non podemos estar alí é o único que sabemos», se quejaban. Alaban, no obstante, que policía, GES, ediles y alcalde les hayan dando ayuda y apoyo durante la mañana de un domingo.

Un inmueble con muchas incógnitas por resolver

Además de los trabajos del sábado que pudieron dar lugar a las grietas que dañaron el inmueble, en el Concello consideran que la solución dada por el PXOM al edificio es muy complicada, pues ni siquiera los accesos están claros.