Corme sigue sin saber cuándo podrá consumir agua de la traída

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

ANA GARCIA

Los resultados definitivos de Sanidade podrían saberse este viernes

04 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En la parroquia de Nosa Señora dos Remedios de Corme Porto, en el municipio de Ponteceso, que tiene 1.077 vecinos (no confundir con la vecina de Corme Aldea, 284, bajo la advocación de San Adrián) llevan con la de hoy doce jornadas consecutivas a base de agua embotellada que reparte el Concello, gracias al trabajo de Protección Civil. Al principio lo hacían casa por casa, pero ahora solo se lleva a las que tienen inquilinos con problemas de movilidad, ya que se han fijado varios puntos de reparto por toda esta localidad que mira al mar. Es así desde el lunes 23, día y medio después de la fiesta de fin de año que los cormeláns celebran desde el 2002, después de haber sufrido un apagón que les amargó las uvas. Es una fiesta multitudinaria, y justamente muchos de los que asistieron a ella sufrieron las consecuencias de una gastroenteritis que mediáticamente ha dado la vuelta a España, con diarreas y vómitos masivos. Ha dado para muchas chanzas, pero la realidad es que ha puesto en un serio aprieto a centenares de vecinos, que en los primeros días llenaron el centro de salud local, el PAC de Ponteceso y otros centros médicos donde residen los locales o de donde son los visitantes.

Todo eso ha ocurrido porque, en principio, alguien conectó una tubería de fecales con la traída, tratando de arreglar una avería. Y a las pocas horas empezaba la tormenta de verdad. Sanitaria (análisis constantes de concesionaria, Concello y Sanidade), política (petición de dimisión al alcalde, de pleno extraordinario, de amenaza con acudir a la Fiscalía, de críticas de todos los sindicatos al trabajo de Sanidade), municipal (análisis locales, auditoría en marcha, anuncio de obras de mejora), social... Nunca un mal enganche dio tanto de sí en la Costa da Morte.

Las aguas vuelven a su cauce

Ahora, tras varias medidas y mucha investigación, parece que las aguas vuelven a su cauce, que en Corme son dos: el depósito de toda la vida de O Osmo, encima del colegio de As Forcadas, que se nutre históricamente de manantiales, y la municipal que viene del Anllóns hasta el depósito de A Serra. Ambos nutren a todos los vecinos, y en algún punto se unió también ese factor contaminante. Seguramente este viernes se sabrá si todo está definitivamente arreglado, cuando lleguen los análisis de Sanidade. Los definitivos, tras muchos muestreos. Esa es la previsión que maneja el alcalde, Lois García Carballido. Si todo está bien, se pondrá fin a una alerta que ha colocado a Corme en el foco de atención, que habitualmente ya tiene durante la Festa do Percebe.

Mientras eso no ocurre, el Concello sigue entregando agua potable a los vecinos de manera gratuita. Ya van dos camiones cargados de palés, y uno a la mitad. En total, 26.270 litros repartidos o aún guardados para entregar a quien lo solicite. Aún hay algunas personas afectadas, pero desde luego muchas menos que en los primeros días de esta crisis del agua.