La política también entra en liza en la crisis del agua de Corme Porto

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

ANA GARCIA

La oposición reclama un pleno extraordionario para que el alcalde dé explicaciones

03 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis del agua en Corme Porto tiene cada día más frentes abiertos, además del principal, el sanitario, por la necesidad de poner coto de una vez a una alerta que impide beber o tratar alimentos con agua del grifo a centenares de vecinos.

Ya hay muchos actores en liza, o muchas aristas de un problema que en vez de mitigarse parece que se agranda en su dimensión pública: las medidas que toma el Concello, los análisis de la Consllería de Sanidade, las actuaciones que lleva a cabo la conceisonaria para atajar el problema, un informe del técnico municipal con diagnosis y recomendaciones, las protestas de los sindicatos contra Sanidade por su actuación, las posibles medidas judiciales emprendidas por la asociación de vecinos, una auditoría de todo el saneamiento y abastecimiento en ciernes, y también la política, con una moción conjunta de la oposición para que el alcalde dé explicaciones.

En el día a día, tras detectarse el origen del problema (una chapuza en el tanque de tormentas por la que las fecales llegaron a la traída), el problema continúa sin cambios: se recomienda no beber agua del grifo, ni usarla para lavar o preparar alimentos.

Así que toca seguir con las garrafas que facilita el Concello hasta que se levante la alerta. Comentaba ayer el regidor que, con independencia de las analíticas que llegan estos días y de diversos puntos, las definitivas de la consellería las espera para este viernes. «Con elas imos ter unha idea clara», indicaba.

La parte política se agudiza. Los grupos municipales de la oposición de Ponteceso, PP y APIN, presentaron ayer la solicitud de un pleno extraordinario.

Esta solicitud llega después de que el regidor no les contestase en el pleno celebrado el lunes, según indica el PP en un comunicado. Y lo hacen ya que no les contestó si conocía o no la existencia de más problemas que tuviesen que ver con la calidad el agua en los dos últimos años, y tras su negativa a enumerar las actuaciones realizadas para el buen mantenimiento de la traída. Por ello, el portavoz popular, Daniel García Cotelo, entiende «necesaria la celebración urgente del pleno extraordinario». Añade: «No podemos consentir que García Carballido siga dando la callada por respuesta. Los vecinos quieren saber qué ha sucedido y por qué ha sucedido para poder pedir reclamaciones y responsabilidades a quien tengan que pedírselas», afirmó el concejal popular.

El PP considera que, si finalmente se demuestra que el origen del problema está en un mal enganche en el tanque de tormentas, «sería una negligencia muy grave por parte del alcalde, como máximo responsable de este servicio».

En definitiva, la oposición pide en su escrito conocer la «situación actual» del brote de gastroenteritois, las medidas adoptadas por el Concello, los informes de las analíticas, si está unido el alcantarillado con el abastecimiento en algún punto, y «por que dixo o alcalde que a auga era potable, cando dende a Consellería aconsellaban prudencia».

Una auditoría inmediata para aclarar lo sucedido

 

 

En la jornada de hoy está previsto que comiencen los trabajos de una auditoría para esclarecer con detalle qué ha pasado en estas últimas jornadas. Es una de las principales recomendaciones que ha realizado el ingeniero de edificación y arquitecto técnico de los servicios técnicos municipales, y a la que el gobierno local le ha hecho caso de inmediato. No solo eso: el regidor anuncia que «o Concello está traballando xa nun importante e histórico investimento, saneamento e separativa de pluviais».

El regidor también explicó que el martes, de manera preventiva, cortó el agua, desde el exterior, a la tubería del agua de la caseta de la zona de A Ribeira, «que está exactamente igual que como a atopou o tripartito do 2015 despois da obra que fixo Augas de Galicia e recepcionou o [entonces] o alcalde do PP, José Luis Fondo». Añade que esta medida no determina, a priori, «que sexa a causa do problema da auga, pero cómpre actuar con prudencia». Y, de nuevo, se muestra cauto a la hora de esperar a tener los resultados de todas las analíticas, y no son pocos: los que encarga el Concello, los de la concesionaria, o los fundamentales de Sanidade, a la hora de tomar medidas: «Son os que van demostrar se a concesionaria resolveu xa os problemas que detectou lonxe da Ribeira, como nos depósitos do Osmo ou o centro médico». Esa es otra de las variables en esta partida con tantos frentes: diferentes muestras y diferentes puntos de muestreo.

Mínima incidencia

En todo caso, al ciudadano, cuestiones técnicas al margen, lo que le afecta es la recomendación principal, que ya pasa de diez días: evitar aún el agua de la traída para beber o usarla en alimentos y extremar las medidas de higiene. Al menos estas recomendaciones se han ido cumpliendo y la incidencia ha bajado cada día más.

El técnico municipal, en su informe, formuló más recomendaciones: anular el suministro a la instalación en la que están las bombas de achique de las aguas residuales, tapar y precintar la caja de acometida de abastecimiento de aguas, «ya que a día de hoy es accesible y fácilmente manipulable», y no manipular la red interior y la acometida de abastecimiento de aguas para que pueda ser analizada.