«Sempre está ben fomentar os nexos de unión cos novos»

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

PONTECESO

Santi M. Amil

En la Universidad Laboral, más de un maestro como José Mato creció allí como alumno y ya no se marchó

17 sep 2019 . Actualizado a las 20:29 h.

Para José Mato, el primer día del curso será como volver de nuevo a casa. Nació en la localidad coruñesa de Neaño -en la Costa da Morte-, estudió en Ponteceso un curso de Formación Profesional de Electromecánica y en el año 1984 se mudó a Ourense para terminarlo, porque en la Universidad Laboral podían acceder al segundo módulo. Fueron un total de once alumnos llegados desde poblaciones como Malpica o Laxe, y José fue uno de los se quedó para siempre. «Decidimos facer COU aquí, e cando rematei a FP quedeime como educador no centro», cuenta. Entre comillas, venía a ser el tutor de los alumnos que habitaban en la residencia. «Como contrapartida, tiñamos a comida e as habitacións pagadas», detalla. Décadas atrás, los estudiantes que tutelaban llegaron a ser 400, procedente de puntos de la Península como Córdoba o Cáceres, pero ahora apenas alcanzan los seis.

José trabajó brevemente en empresas privadas, pero regresó a la Laboral integrando la plantilla de profesores técnicos. En el 2006, tras sacar adelante una oposición en Castilla y León, completó su formación para ser docente también en Secundaria. Y desde sus inicios, siempre enseñó en el área de Automoción, en la que aún sigue.

Mucho ha cambiado durante estos años. También el origen de los alumnos. Ahora, Mato valora que la gran mayoría procede o reside en núcleos de la provincia. «Temos xente que vén de Verín, Xinzo e o Barco de Valdeorras, pero a maioría vive en Ourense e a diario xa van á súa casa», dice el profesor. Es una de las diferencias sustanciales, porque la convivencia de antaño se fundamentaba precisamente en el contacto permanente de los estudiantes. Algunos, por ejemplo, no se marchaban a su casa hasta la Navidad.

«Non ten nada que ver este alumnado co de hai 35 anos, porque daquela ata tiñamos unha liguilla de fútbol sala para as fins de semana entre os distintos cursos. Agora, o 90 % dos rapaces non come aquí», narra. Parte de la explicación reside también en que la residencia está ahora desvinculada del colegio, por lo que funciona como un instituto más, con enseñanzas de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional.

Hay un deje de nostalgia en las palabras de José, por la etapa en la que los alumnos de su quinta tenían la Laboral como un hogar más, y no una temporal. A día de hoy, muchos de ellos siguen reuniéndose en los actos de conmemoración, así que no han perdido el contacto y aún se reúnen para recordar los viejos tiempos.

Este lunes, con el retorno a las aulas, José ponía de nuevo el contador a cero. En Automoción habrá este año un total de 180 alumnos, de los que 110 son recién llegados. En el centro, cerca de 400. Y una de las asignaturas pendientes será contrarrestar los efectos de individualidad de los teléfonos móviles para crear interacción entre los estudiantes. «Sempre está ben fomentar os nexos de unión entre a xente que vai chegando ó centro, así que imos intentalo de novo», avanza.