La recogida de aceite usado aún no está disponible en toda la comarca

Santiago Garrido Rial
s. G. rial CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

Zaira Pallas

Cabana y Ponteceso tienen el servicio puerta a puerta, lo que incrementa el éxito

11 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Roberto Recarey, de la empresa Collecting Oil, con sede en el polígono de Bértoa (Carballo) recogía ayer aceite en casas de Corme. En los últimos días está llevando a cabo la recogida en todo el municipio de Ponteceso. Su empresa también se encarga de Cabana. En ambos casos, puerta a puerta, y siempre con los bidones de diez litros repartidos a domicilio. Es un servicio gratuito para el usuario y, de momento, también para los concellos.

Casi todos los municipios de la zona permiten recoger el aceite doméstico usado, pero no en todo el territorio (priman los núcleos urbanos). Cambia el método, y la empresa, pero quien lo desee puede evitar echar por el vertedero un elemento contaminante y que además genera mucho gasto para las depuradoras, cuando no van directamente a los ríos o al mar en lugares que aún no están conectados a redes de saneamiento. Los que faltan son Malpica y Zas. En el primer caso están justamente estos días analizando si se suman al servicio que presta la empresa Collecting Oil, con sede en el polígono de Bértoa, que lo recoge a domicilio. En el segundo, también están avanzadas las negociaciones para que una empresa instale contenedores.

Porque, en efecto, el sistema mayoritario de recogida es que una empresa coloque en una acera estos recipientes para que los vecinos lleven a ellos el aceite, generalmente en botellas de plástico. Hay varias trabajando en la comarca. Eso obliga a que el usuario se encargue de lo principal: llenarlas y bajarlas. Donde pueda hacerlo, porque los puntos son limitados y además se sitúan sobre todo en los núcleos urbanos, y menos en los rurales.

Otra cosa es que el aceite se recoja a domicilio. Piso a piso, casa a casa. Eso se está haciendo en Ponteceso, este año, y desde finales del pasado, también en Cabana. Requiere tiempo y logística, pero los resultados son evidentes. Se encarga la empresa Collecting Oil, con sede en la calle Titanio del polígono de Bértoa. Tras entregar en cada domicilio una garrafa de 10 litros, cada cuatro meses pasan a recogerla. Parece sencillo, pero requiere logística, tiempo y paciencia. Tocar todas las casas no es cosa de un momento. Sobre todo al principio: localizar a alguien en ellas, generar confianza, explicar qué se hace y cuándo se va a volver, que no cuesta nada... Hay que vencer desconfianzas, y eso a veces en las zonas rurales es más complicado. Tal vez por eso las recogidas en Ponteceso en el primer cuatrimestre no llegaron a los 3.000 litros, y en el segundo ya fueron de 6.000. En total, hay 2.007 familias con estos bidones. Los llenen o no, entregan lo que tengan. El aceite se trata en su nave y se recicla. La mayor parte, ya limpio, va para biodiésel, a empresas europeas. El resto, lodos, a una empresa de Vimianzo. Todo se aprovecha. Es la economía circular, como señala el responsable de Collecting Oil, Roberto Recarey, de Razo.

Zaira Pallas

Un elevado coste de depuración, muy superior a las aguas residuales

Los efectos perniciosos en los sistemas de alcantarillado y depuración (por tanto, en el medio ambiente) del aceite doméstico usado que se vierte en el fregadero son un tema recurrente entre los especialistas. Hay numerosos artículos y trabajos publicados y accesibles que advierten precisamente contra esta práctica tan arraigada, aunque por suerte, cada vez menos. Uno de ellos, muy didáctico y citando abundante bibliografía, es de Íñigo González Canal y de José Antonio González Ubierna, del Consorcio de Aguas de Bilbao. Señalan que, «si de forma inadecuada, los aceites usados de cocina se vierten por el fregadero o el inodoro, son una fuente de contaminación en las aguas de los ríos o lagos, causan problemas en las redes de saneamiento, y sobrecostes en las depuradoras». Añaden que, como fuente de contaminación, «un litro de aceite usado contiene aproximadamente 5.000 veces más carga contaminante que el agua residual que circula por las alcantarillas y redes de saneamiento, y puede llegar a contaminar 40.000 litros de agua, que es el equivalente al consumo de agua anual de una persona en su domicilio». En las redes de saneamiento -añaden estos especialistas, en un largo análisis-, al unirse con restos de los detergentes y jabones de uso doméstico, llegan a provocar las denominadas «bolas de grasa», capaces de generar situaciones de atascos en colectores. Y, cuando finalmente llegar a las estaciones depuradoras, debido a su alto contenido en materia orgánica, incrementan los costes de la depuración. En la estación analizada en su área de competencia, el resultado era de 0,46 euros por litro (460 metro cúbico o 505 euros por tonelada tratada». En otros números: 700 veces más que el agua residual normal.

Uno a uno, cada caso

Cabana. Tiene un servicio de recogida puerta a puerta.

Camariñas. Contenedores: tres en Camariñas, uno en Xaviña, uno en A Ponte do Porto, uno en Arou y otro en Camelle en Camelle.

Carballo. Hay 22 puntos de recogida, la mayor parte en el casco urbano, pero también en Ardaña, Sísamo, Razo, A Pedra do Sal y Berdillo.

Cee. Dos contenedores.

Cerceda. Contenedores en la capital municipal y A Silva.

Corcubión. Contenedores.

Coristanco. Contenedores en San Roque, San Paio y A Agualada.

Dumbría. Contenedores en Dumbría, O Ézaro y Olveiroa.

Fisterra. Ocho contenedores.

A Laracha. Contenedores en Torás y en breve se ampliará a otros núcleos urbanos.

Laxe. Contenedores en el núcleo urbano.

Malpica. Gestiones para reiniciar el servicio, con la recogida a domicilio.

Muxía. Contenedores en el casco urbano.

Ponteceso. Recogida a domicilio.

Vimianzo. Tres contenedores en la capital municipal, dos en Bamiro, uno en Carnés, uno en Baíñas y uno en Pasarela.

Zas. Comenzará en breve la colocación de contenedores.