El preso fugado de Teixeiro tuvo varios permisos antes de su huida

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

Iván Añón y los otros dos acusados durante el juicio que se celebró en el 2008 en la audiencia de A Coruña
Iván Añón y los otros dos acusados durante el juicio que se celebró en el 2008 en la audiencia de A Coruña

Iván Añón actualizó su foto de Facebook 12 días después de que acabara su permiso

05 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que ingresó en prisión, unos días después de ser acusado de matar de un disparo en la cara al joven Gerardo Martín Rey, Iván Añón Botana, que ahora tiene 31 años de edad, ha disfrutado de varios permisos penitenciarios. El último terminaba el día 10 de octubre, pero ya no regresó a la prisión de Teixeiro.

Ha sido visto por Carballo y por Arteixo, por lo que la búsqueda se centra en esta zona, en la que tiene una importante red de contactos familiares, entre los que hay varias personas con antecedentes penales y policiales, que proclaman su inocencia.

Iván Añón tiene activos dos perfiles de Facebook. En uno de ellos, actualizó su foto de portada el 22 de octubre, doce días después de haber sido dado por prófugo por no regresar del último permiso. En esa imagen, Añón Botana aparece junto a una joven.

De las distintas salidas que ha disfrutado han dado cuenta en las redes sociales tanto él mismo como otros familiares. Ha pasado en casa vacaciones en Fin de Año diez años después de haber entrado en prisión, pero ha salido en más ocasiones.

Es posible que esas liberaciones tuvieran que ver con el extraordinario periplo judicial que ha tenido su caso, que llegó hasta el Tribunal Constitucional, un hecho absolutamente insólito en los ambientes de delincuencia de Carballo.

Su entorno es un intrincado entramado familiar que tiene conexiones en O Sisto, La Colina y el Monte del Carmen, los tres principales puntos de la marginalidad carballesa. Uno de sus tíos fue condenado, con otras cinco personas, por haber matado a palos a un hostelero, pero la acción que cometió Iván Añón Botana a principios de julio del 2006 no es habitual, por el uso de un arma corta.

La investigación del homicidio de Rey Novo, que tenía solo 25 años de edad, resultó muy complicada por la ausencia de pruebas físicas, aunque el ADN terminó por delatar a Iván Añón, que fue condenado a 27 años. Ha cumplido hasta el momento menos de la mitad de la condena, que ahora se extenderá a causa de la fuga.

Con él fueron acusados dos de sus primos, los hermanos Rogelio (33 años) y José Francisco (31 años) Botana Blanco. Ambos lograron mediante las distintas apelaciones una cierta rebaja de sus penas, de solo unos meses, por delito de posesión de un arma ilegal.

Para detener al joven homicida en el 2006 ya fueron necesarios 80 agentes

Iván Añón Botana podría estar, tras 12 días de fuga, en cualquier parte, pero es muy posible que haya vuelto a Carballo, a la protección que le brinda su familia. El hecho de que haya sido visto por la zona y las estrechas relaciones que mantiene con tíos y primos hacen pensar que no anda lejos. Lo están buscando la Guardia Civil y la Policía Local de Carballo, pero capturarlo no será nada fácil. En el 2006, doce días después del crimen, ya fue necesario un operativo de 80 agentes para sacarlo a él y a dos de sus primos de sus respectivas casas. Su barrio o el de sus familiares más próximos es una zona muy segura para el fugitivo.

Otro asesino se fugó en agosto de Pereiro de Aguiar tras una salida de fin de semana

La fuga de Iván Añón es la segunda que se produce en las prisiones gallegas en dos meses. A mediados de agosto Fernando Iglesias Espiño, condenado por un triple asesinato, no regresó a la cárcel de Pereiro de Aguiar, en la que cumplía condena. El preso fugado tiene 63 años y lleva 22 en la cárcel. Igual que Añón, también había disfrutado de permisos anteriores. Le quedaban algo más de tres años de pena por cumplir, después de haber sido condenado a 25 años por el asesinato de su mujer y sus dos hijos en Canarias en 1996. Él tenía 41 años cuando acabó con sus vidas y trabajaba de taxista en Las Palmas, adonde se había trasladado siendo joven desde su localidad natal, Silleda, para trabajar.

Sobre su desaparición se barajan todas las hipótesis, tanto la de una fuga voluntaria como que le hubiese ocurrido algo durante su estancia en semilibertad. Tenía permisos para abandonar la prisión todos los fines de semana.