«Nunca he recibido una ayuda para el Melga, todo salió de mi patrimonio»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

BASILIO BELLO

«El museo precisaría de una ampliación de dos a cuatro salas para poder dar cabida a las 14.000 piezas», apunta Ricardo Pérez y Verdes

30 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Jugó al balonmano, voleibol, fútbol... Fue todo un campeón en lanzamiento de jabalina y fue seleccionador olímpico del voleibol femenino en Barcelona 92. Licenciado en INEF, Ricardo Pérez y Verdes es a sus 75 años (1944, Ibiza) el presidente de la fundación que lleva su nombre y director del Museo Etnolúdico de Galicia, Melga, un proyecto visionario y pionero en su día, que acaba de cumplir cinco años. Empezó con una exposición de 4.000 juguetes y juegos y en la actualidad alcanza la friolera de 14.000, de los cuales 2.200 se exponen en vitrinas. Hasta la fecha pasaron por el museo pontecesán, según sus cálculos, más de 30.000 visitantes, «lo que no está nada mal». Ahora, este ibicenco afincado en Galicia desde hace ya muchos años, habla del futuro de la entidad preside y, por su puesto, del suyo propio.

-Cinco años ya. ¿Quién lo diría?

-La verdad es que sí. Y afronto esta nueva etapa con más fuerzas y más ganas para que todo esto supere lo que en un principio fue un hermoso reto y que hoy es una preciosa realidad. Estoy asombrado por como la gente aprecia lo que se hace en el Melga. Somos un museo único en el mundo porque abarcamos toda la evolución histórica del juego, desde la prehistoria hasta el siglo XXI.

-¿Cómo hace para exponer tanto juego?

-Modifico los estantes y voy rotando los juegos y juguetes para que no se convierta en un museo tan rutinario. Porque cada año vienen y repiten colegios, agrupaciones y asociaciones y hay que ofrecerles algo diferente. Hay una realidad con los museos, son pocos dinámicos, no ofrecen cambios y se vuelven monótonos y yo no quiero eso.

-¿Cómo hace para acumular tanto juego?

-Pues a través de la fundación y de mi propio patrimonio. Es mi pasión. Lo hago todo por mi cuenta. Suelo viajar bastante. Ahora vengo de Bruselas, donde adquirí unos diez juegos novedosos para mi exposición.

-¿Y la gente le suele ceder o regalar sus juegos para el museo?

-Muchas veces. Son personas que saben que esos juguetes los tienen de recuerdo y que solo ven ellos y me los dan. Ayer [por el viernes] me regalaron un cochecito de muñecas precioso. Pero también me han donado sus bibliotecas personales, juegos de ingenio...

-¿Hacia dónde debe caminar el Melga a partir de ahora?

-Yo quisiera que en vez de tener dos salas de exposición hubiera cuatro para lograr exponer la totalidad de las 14.000 piezas. Porque mi objetivo, repito, es que sea un museo vivo y en constante evolución. Lo prioritario para mí es que sea un referente en Ponteceso y que todo el mundo lo venga a ver. Y ahí juegan un papel clave los políticos. Porque la realidad es que no tenemos ninguna ayuda, ninguna. Todo sale de mi patrimonio personal. No me arrepiento en absoluto de haber elegido Ponteceso para mi proyecto, aunque creo que no es mucho pedir una mayor colaboración y apoyo por parte de los miembros políticos del gobierno pontecesán. Porque el Melga es un activo para Ponteceso y para la Costa da Morte.

-Pues en varias ocasiones han salido publicadas las ayudas concedidas al museo.

-Salen publicadas en la prensa las convocatorias y las cantidades concedidas, pero solo en el papel, porque luego no dan nada, o por lo menos yo no las veo.

-¿Cuánto pone usted cada año de su bolsillo para el mantenimiento y crecimiento del museo?

-No lo quiero decir porque entonces se entera mi mujer y mi familia y me matarían [sonríe]. En serio, es mucho, mucho, mucho dinero. Puedo decirle que mi asesor fiscal me dice: «Ricardo, en mi vida he visto una empresa tan deficitaria como la tuya».

-¿Su familia entiende su pasión por el museo, los juguetes y los juegos?

-Sí y eso es precisamente lo importante, que esto salga a flote por mi familia y gracias a mi familia. Saben que es mi pasión y me ayudan.

-Y el día que usted falte, ¿cómo quedará la fundación?

-Está todo muy amarrado. En el patronato cuento con gente con aficiones diversas, pero con un mismo criterio. En una de las cláusulas de patronato se establece que siempre tiene que aparecer una persona de mi familia para que esto de la fundación no se pierda.

-¿Saben los chavales de hoy en día jugar a la peonza?

-La mayoría, no.

-Entonces, ¿tiene sentido un museo del juego tradicional cuando ahora la juventud se queda en casa jugando con la tablets, la Playstation los móviles...?

-Yo creo que estamos en el momento de recuperar, por fin, el patrimonio cultural del juego y del juguete. Las etapas de la historia son cíclicas y creo que volveremos a jugar, adaptados a los tiempos actuales obviamente, al juego tradicional.

-¿Sería un ejemplo de lo que dice el bum en la comarca de la billarda?

-Sí, sería un gran ejemplo, pero con un matiz. Al juego tradicional ya no se juega por jugar, sino que tiene un componente deportivo y resultadista. Se modifican las reglas en función del espectáculo y eso es un error. El lado positivo es que, por lo menos, la gente ya juega a la billarda y se da a conocer.

Concluyen hoy las actividades para conmemorar el quinto aniversario

Los actos conmemorativos por el quinto aniversario de la inauguración del Museo Etnolódico de Galicia (Melga) finalizan hoy. Las actividades comenzarán a las 10.00 horas con la celebración del VII Aberto de Billa de Ponteceso en el campo exterior de juegos del centro. Al mediodía se procederá a la presentación del libro-videoclip Cantamos, por el cantautor Luís Vallecillo y la participación de varios jóvenes del CEIP Eduardo Pondal. Será en la biblioteca municipal o en una de las salas del Melga. A las 13.30 horas se procederá a la entrega del premios del Aberto de Billa y los galardones Rodela. A las 14.00 horas se celebrará los actos de clausura de la semana del V Aniversario de la Fundación Ricardo Pérez y Verdes y del Museo Etnolúdico de Galicia (Melga) de Ponteceso.