Una vez que terminó Historia, Patricia empezó a trabajar en un grupo de investigación de la USC y después del CSIC, con becas y contratos hasta el 2015. Ahí desarrolló su trabajo más profesional especializándose en el megalitismo y en la aplicación de la tecnología al estudio del patrimonio: dirigió intervenciones arqueológicas (una de las últimas, en el yacimiento de Guidoiro Areoso, en A Illa), prospecciones, hizo seguimiento de otras públicas... Hasta diciembre, por un año, trabajó en el Museo de Bergantiños carballés como técnica, a través de una beca de la Diputación para contratar personal de turismo. Acabó encantada: «Vivir da arqueoloxía é difícil, sobre todo nestes tempos nos que inversión pública e privada baixaron. O turismo é unha rama na que o patrimonio pode ter unha nova vida, sempre se que se trate con coidado. Por iso estou agradecida, no caso de Corme, tanto ao Concello como a colectivos como A Rula polas visitas que organizan, a divulgación...». Al margen de cursos a través del CSIC y de la Universidad de Alicante, como profesora, retomará ahora con un compañero, Alejandro Güimil, el proyecto que tenían en manos: una empresa especializada en la aplicación de nuevas tecnologías a la localización y conocimiento del patrimonio. En unos días dará una charla en Ortigueira: allí fue su primera dirección arqueológica. Han pasado 17 años y conserva intacta la misma ilusión.