Alguna vez ya hemos escrito sobre la notable presencia social, política, empresarial, deportiva, sindical o cultural de los emigrantes de la Costa da Morte en Suiza. No solo al frente de los centros gallegos, sino con clubes deportivos, asociaciones o grupos culturales. Es un tema digno de estudio, porque no se trata solo de que sea una correspondencia al elevado número de vecinos: en los mismos ámbitos, los portugueses son muchos más (ahora), pero su proyección es menos significativa. Probablemente es una muestra de que somos una comarca participativa y emprendedora, con arrojo y voluntad de unir.
Este tipo de datos, a veces, se quedan anquilosados en la hemeroteca y al final se repiten siempre los mismos, o se mantienen en el tiempo. Pues no: los cambios siguen adelante. Las entidades se renuevan, los cargos cambian, algunos centros desaparecen, como el de Berna, toda una institución desde hace casi 50 años que siempre ha tenido al frente a bergantiñán. Y otros nacen o resurgen, como ha pasado en algunos pequeños pueblos a raíz de la fuerte emigración de los últimos cinco años.
También en la política tenemos variaciones. Un cormelán, Alfonso Gómez Cruz, concejal en el Ayuntamiento de Ginebra por Los Verdes (partido del que fue presidente), acaba de ser nombrado jefe de grupo municipal. Como dicen allí, canciller municipal en el consejo municipal, además en una coalición que es la que gobierna la ciudad. Su trabajo es sobre todo organizativo (dirige los turnos de palabra, las intervenciones, el trabajo del día a día...), pero prueba el peso que tiene desde hace ya mucho. No solo en el campo político, porque, además de su trabajo en la dirección del Conservatorio de Ginebra, es un activista en favor del uso de la bicicleta, y también de los derechos humanos, en este caso ya desde su juventud. Justo estos días ha sumado una nueva responsabilidad, puesto que es candidato al Parlamento cantonal de Ginebra. Los nuevos diputados se elegirán en abril, y Alfonso parte con muchas posibilidades de obtener escaño. Si lo hace, le pasará lo mismo que a su tía, Loly Cruz de Bolay, también originaria de Corme, que empezó desde la base y llegó a ser la presidenta del cantón, primera extranjera que lo logró, otro hito que a menudo pasa desapercibido. Es cierto que en Suiza no son muy dados a la exhibición del poder, y se lleva con plena normalidad ocupar altos cargos. Como en España, vamos. Además, el impacto mediático nos queda muy lejos.
No solo hay destacados emigrantes procedentes de la Costa da Morte, también de otras zonas de Galicia, pero la relevancia comarcal es notoria.