«Con marea alta non se aguanta co cheiro»

La Voz

PONTECESO

Ana Garcia

El responsable del restaurante Miramar de Corme denuncia vertidos fecales en la playa de Arnela

28 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La playa de Arnela, en pleno casco urbano de Corme, fue durante muchos años uno de esos arenales prohibidos para el baño. Sus niveles de contaminación eran altísimos a causa de las deficiencias en el saneamiento y a allí desemboca un riachuelo que viene de la parte alta.

Hace ya unos años se instaló en la zona una estación de bombeo para llevar las aguas residuales al pozo de tormentas de la plaza de A Ribeira y el problema desapareció. El agua de baño de la playa empezó a ganarse la calificación de excelente, que es la que todavía mantiene.

Sin embargo, la situación ha cambiado. El 20 de agosto comenzaron las quejas de los vecinos y del responsable del restaurante Miramar, Manuel Julián Saleta Fernández, bajo cuyas ventanas desagua el arroyo.

«Coa marea alta non se aguanta co cheiro», explica. El problema no es pequeño, sobre todo porque coincidió en plena temporada. «A xente marchaba do comedor porque era insoportable e houbo un que puxo unha crítica sobre iso en Google», explica apesadumbrado el hostelero.

«Fomos ao Concello e a oficina municipal e tamén dixemos de chamar a Medio Ambiente», explica. «Veu o concelleiro Pose Verdes e dixo que era o fango do río, pero non é así. Non hai máis que ir á Hermida para saber como cheira o fango e as algas podres. O que hai aquí son augas fecais», sentencia el empresario.

Debe ser algo así porque la empresa que lleva el mantenimiento de la red de abastecimiento utilizará un aparato para saber dónde está atascada la tubería».

Todos creen que el problema está en la canalización. «Cando fixeron o aparthotel xa rompeu o alcantarillado», explica el hostelero, quien señala que hace ya muchos años que el riachuelo suponen un problema.

La cuestión es que hay muchas quejas de los residentes en la zona, pero los análisis efectuados por Sanidade en el agua de baño no reflejan la contaminación. Manuel Julián Saleta y otros residentes narran que cuando se producen los episodios, que son casi diarios, se forma «unha mancha de cor marrón que ten burbullas por riba». A pesar de eso, no hay nada mal en los controles realizados los días 24 de mayo, 6 y 18 de junio, 2, 11 y 30 de julio, 9 y 27 de junio y 6 y 19 de septiembre. Solo en dos ocasiones se registró una presencia algo más alta de lo habitual de la bacteria e-coli, pero nada fuera de los parámetros normales. El Concello de Ponteceso ha prometido otro análisis.