Las jornadas han finalizado y fueron disfrutadas, especialmente, por aquellos que eran de fuera, la mayoría
25 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Salvo la lluvia de ayer por la mañana, que cesó pronto y tampoco fue mayor inconveniente, la semana de voluntariado ambiental de Ponteceso organizada por el colectivo As Píllaras das Dunas no pudo salir mejor, ya que realizaron un importante trabajo ambiental, y no solo por los cientos de sacos de uña de gato, Carpobrotus edulis, desterrados, sino porque esta tarea más mecánica estuvo acompañada de numerosas actividades divulgativas y de ocio. Las disfrutaron especialmente los voluntarios llegados de fuera, que eran mayoría y entre los que había un sevillano, una vecina de la zona que reside en Madrid y hasta un hondureño instalado en Santiago, porque tuvieron ocasión de conocer multitud de lugares a los que difícilmente tendrían acceso como turistas. Por ejemplo, participaron en una monitorización de poblaciones de murciélagos o en el análisis de datos del río en Verdes, además de compartir rutas de senderismo o comidas en grupo.
Todavía no han hecho recuento exacto de los sacos de esta planta invasora recogidos, pero son varios centenares, hasta el punto de que en Balarés la eliminaron por completo. Eso sí, como explican las organizadores, «o ano que vén hai que volver, porque calquera mínimo tronquiño que che queda volve a brotar e de aí sae outra planta». Su afectación sobre las especies dunares autóctonas es muy grande porque se clona a una velocidad espectacular, seca el terreno y lo acidifica hasta el punto de que el resto de plantas mueren. De hecho, en estas limpiezas se han encontrado incluso con dos pinos secos por el efecto de la uña de gato.