Los magnolios encuentran su lugar

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

PONTECESO

Los árboles de la plaza pontecesana han sido trasladados a las orillas del Anllóns

13 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La desaparición de un árbol siempre es una mala noticia, pero en ocasiones se hace necesario buscar un emplazamiento más adecuado. El traslado de los magnolios de la Praza do Recheo de Ponteceso ha estado envuelto en cierta polémica, que ya arrancó con la desaparición de la fuente, sobre todo porque empezó a estorbar durante las fiestas, cuando hubo dificultades para colocar los grandes escenarios que llevan las orquestas.

El concejal José Manuel Pose defendió que los magnolios provocan que se acumule el verdín, una sustancia que sobre un piso de cemento como el que hay en la plaza provoca muchos patinazos. Ha ocurrido en muchas ocasiones, según explican los vecinos, muchos de ellos afectados por caídas. La sombra de los edificios, unida a la de los magnolios y a la humedad procedente del río son una mala combinación, lo que ha dado más de un susto,

La idea del Concello de Ponteceso es sustituir los magnolios por una especie también de hoja perenne, pero que se pueda podar durante el invierno, o algún árbol de hoja caduca como los que están al otro lado de la plaza, curiosamente en la zona más soleada, y que todavía muestran sus ramas prácticamente desnudas. Empezarán a dar sombra a partir de principios de junio, pero serán realmente refrescantes poco antes del San Xoán.

Los magnolios, cuyas flores también acababan convertidas en un elemento resbaladizo, se encuentran en sus nuevos emplazamientos, en las orillas del río Anllóns, en distintos puntos del paseo. El suelo que ahora tienen debajo es de tierra, por lo que su emplazamiento es más adecuado, ya que no suponen ningún peligro para los viandantes.

Jardinería

En A Laracha hubo un curso de jardinería, una especialidad absolutamente necesaria a la hora de diseñar plazas y otros entornos urbanos. Se ha demostrado en muchos lugares que la elección de las especies es fundamental para que se adecúen a las características de cada zona, pero también es preciso que los Concellos tengan técnicos que cuiden de la salud de los árboles y no haya pérdidas indeseadas como ocurrió en Carballo.