La persecución tocó a su fin en la plaza de Ourense, gracias en buena parte a la colaboración de los ciudadanos. Habrá el conductor que lo detuvo
16 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La persecución tocó a su fin en la plaza de Ourense, gracias en buena parte a la colaboración de los ciudadanos. La actuación de varios conductores que lograron cerrar el paso al hombre evitó que este pudiese continuar con su carrera temeraria, en la que puso en peligro tanto a peatones como a otros conductores. Permitió además a la Policía Local que venía persiguiéndolo detenerlo al comienzo de la avenida de Linares Rivas.
«Lo vi venir desde la plaza de Lugo, escapando de la policía. Conducía haciendo eses, esquivando los coches, y cuando llegó al semáforo que da a Linares Rivas intentó colarse por un hueco que quedaba», explicaba uno de los conductores que colaboraron en obstaculizarle. «Los agentes me indicaron que metiese la furgoneta, que la moviese para impedirle el paso. Arranqué y así lo hice», reconocía ayer delante de su vehículo, mientras esperaba para dar parte al seguro por los desperfectos. En el entorno de la plaza de Ourense se agolpaba la gente atraída por las luces de las sirenas de los coches patrulla. En lo que coincidían todos era en valorar la acción de este conductor, el de la furgoneta: «Le echó lo que hay que echarle, porque un tipo que va así, a saber con qué te puede salir si te cruzas en su camino», apuntaban.
«No lo pensé mucho, la verdad. Solo reaccioné. Es lo que se supone que uno tiene que hacer en casos como este, ¿no?», reconocía en declaraciones a Radio Voz, junto al que permanecían, acompañados por los agentes municipales, otros conductores que también cerraron el paso. Una vez que los agentes le pusieron las esposas a este vecino de Corme, este continuó amenazando a los agentes del 092.
Lo primero que les dijo fue que era «amigo del presidente de Estados Unidos, Obama. Le voy a llamar y os va a salir caro lo que me estáis haciendo», confirmaron fuentes próximas a la investigación. También les comentó que él «era miembro de la CIA, un espía infiltrado. Dentro de unos días os vais a reír».