Galería de emigrantes | Manuel Bello, impulsor de una escuela en Merexo

luis lamela

MUXÍA

REVISTA ALBORADA

Después de hacer cuatro años de carrera eclesiástica, se fue para Argentina y no le fue mal

24 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Bello López nació en la localidad muxiana de Merexo (parroquia de San Martiño de Ozón), y después de haber aprobado cuatro años de carrera eclesiástica en el Seminario de Santiago, se marchó en 1902 para la Argentina.

Por su preparación intelectual, en Buenos Aires la suerte no le fue esquiva y trabajando mucho se creó una posición desahogada. Al mismo tiempo observó la lucha que la mayoría de los convecinos que arribaban a aquellas tierras sostenían para sobrevivir, al carecer de una cultura suficiente para el desarrollo de sus actividades en la vida.

Y a todos esos desheredados que aún quedaban en su aldea quiso ayudarles Manuel Bello, y para ello promovió una iniciativa con el fin de levantar una edificación-casa escuela en el puerto de Merexo, su localidad natal, para que los hijos de los vecinos de la localidad y de los alrededores adquiriesen la instrucción que todo individuo debía poseer para redimirse.

Las primeras 7.500 pesetas

Manuel Bello encabezó la suscripción con la suma de 7.500 pesetas, de las de entonces, que fue la mayor parte del capital invertido para construirla, pero quiso a su vez implicar también a sus antiguos convecinos, para que participasen en la obra filantrópica, y se sintiesen solidarios, ya que la edificación escolar beneficiaría a sus hijos y nietos.

Con esta suscripción, el nuevo centro docente fue dotado con todos los elementos pedagógicos modernos, tributando con espléndidos donativos, entre otros, Nicolás Fernández, José Pereira, José Parada, además del ya citado Manuel Bello López, residente este en Buenos Aires.

En febrero de 1928 se efectuó la inauguración del edificio escolar Pro cultura del Puerto de Merejo (en la imagen, publicada en la revista Alborada) con la asistencia de las autoridades locales. Un hermoso edificio dotado del necesario material pedagógico, y que tenía un salón amplio para las clases, seis grandes ventanas, galerías...

En aquellos lejanos días, y en agradecimiento, el vecindario de Merexo y su zona de influencia acordó costear una lápida de mármol con el nombre de su antiguo vecino, Manuel Bello López, para ser colocada en el exterior del edificio escolar.