La acusada de plantar fuego al Cordobés de Muxía con tres pintores dentro: «Eu estaba na casa»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

Toni Longueira

Las víctimas señalaron que Luisa Pérez Bayón, A Machina, estaba «agresiva». Y dijo: «Pena non ter gasolina para matarvos aí dentro»

10 feb 2022 . Actualizado a las 20:11 h.

María Luisa Pérez Bayón, conocida en Muxía por A Machina, no recuerda qué pasó sobre las dos de la madrugada del 13 de febrero del 2018 en la entrada del local hostelero El Cordobés. En la vista oral, celebrada en la mañana de este martes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña, la acusada de prender fuego al bodegón con tres pintores dentro, dijo que no se encontraba en el lugar en el momento de producirse los hechos: «Eu estaba na casa, non sei o que fixen aquel día, pero eu estaba na casa. Non pasei por alí», señaló ante el tribunal a preguntas del fiscal.

Muy parca en palabras, dijo que llevaba «dous anos» en prisión en relación con lo ocurrido aquella madrugada. Reconoció que solía ir al Cordobés «de vez en cando», un local hostelero que se encuentra muy cerca de su domicilio, «a menos de dez minutos». También mostró sus dudas sobre el nombre del propietario del local: «Non sei se é Manolo ou Ramón». Sobre la época en la sucedieron los hechos, la procesada dijo que se encontraba a tratamiento psiquiátrico, aunque como admitió en la sala también era consumidora «habitual» de sustancias estupefacientes, citando en concreto «a cocaína».

Hablan los pintores

Una vez finalizada la declaración de María Luisa Pérez Bayón, que se prolongó durante unos quince-veinte minutos, testificaron los tres jóvenes que se encontraban en el interior del establecimiento aquella madrugada del 13 de febrero del 2018: dos chicos y una chica, esta última, novia de uno de ellos. El primero en declarar fue un joven, de nombre Gerardo. Relató que los tres estaban dentro de El Cordobés. Habían cerrado la puerta principal. Entonces escucharon unos gritos procedentes de la calle. Esa misma persona, una mujer, empezó a golpear la puerta para que le abrieran. Quería tabaco: «Por el tono de voz estaba muy agresiva». Los jóvenes indicaron que en ningún momento vieron el rostro de la mujer que estaba aporreando la puerta con tanta insistencia. «La habíamos cerrado por dentro, pero su voz es muy característica, es muy ronca. En Muxía nos conocemos todos». Es más, dos de los afectados explicaron que la acusada no se encontraba sola en el momento en el que se declaró el fuego: «Con ella estaba un hombre». A preguntas de la defensa, los pintores comentaron que no creen que esta segunda persona participara activamente en lo ocurrido: «Por lo que escuchamos desde dentro era justo lo contrario. Le decía que no hiciera lo que estaba haciendo». Es más, uno de los testigos, Ismael, apuntó en la sala que había escuchado decir a la encausada: «Pena non ter gasolina para matarvos aí dentro».

Densa humareda

Una vez acabados los golpes contra la puerta y los insultos se hizo el silencio. Poco tiempo después, una pequeña, pero densa humareda, entraba por la parte inferior de la puerta principal: «Estábamos dos escalones por debajo de la puerta y vimos que entraba humo. Intentamos abrir la puerta, pero nos fue imposible». Ninguno de los tres tenía el teléfono móvil operativo porque se les había agotado la batería. Cogieron el teléfono fijo del local y llamaron al padre de uno de ellos y al 112 para alertar de lo ocurrido. Los testimonios de dos de los chavales fueron algo contradictorios en relación al tiempo que tardaron los equipos de emergencias en rescatarlos. Uno habló de casi dos horas y otro, de apenas diez minutos. Lo que sí aseguraron es que el local se llenó de humo: «Nos tuvimos que ir para una esquina porque el humo era ya muy denso».

Una de las controversias del juicio es si se empleó, o no, una cuerda para atrancar la puerta principal antes de colocar las seis sillas y las dos meses de plástico, a las que posteriormente se prendió fuego. Los jóvenes aseguraron que sí había una cuerda, que fue cogida previamente de otro local próximo. En todo caso, esta cuerda no le fue entregada por el padre de uno de los afectados a la Guardia Civil justo tras ser liberados los chavales, sino tiempo después. Con la declaración de los guardias civiles que actuaron en los hechos, se dio por finalizada la vista oral, quedando e procedimiento pendiente de sentencia.

La Fiscalía solicita para la acusada 18 años de prisión por dos supuestos delitos: 5 por detención ilegal y 13 por el incendio. Para la acusación pública, la encausada «se acercó a la puerta del bar y empezó a golpearla fuerte e insistentemente, al tiempo que pedía que le abriesen, siendo informada por los tres jóvenes que el bodegón estaba cerrado y que no le podían abrir». Según el fiscal, la mujer, lejos de tranquilizarse y marchar, comenzó con los insultos y a proferir expresiones como Aabre que é mellor para ti, ti non sabes quen é Luisa A Machina». Al no serle abierta la puerta, hizo uso de una cuerda y atrancó la puerta para posteriormente colocar seis sillas y dos mesas y plantarle fuego. Los daños por las llamas ascienden a 1.573 euros.