Bochorno político en Muxía a costa del abastecimiento de agua a Suxo

Marta López CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

Vecinos y afines vitorearon al alcalde a su entrada al pleno, que acabó aprobando la partida para el abastecimiento de agua con una enmienda presentada por el conjunto de la oposición

19 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien ayer se trasladase hasta el salón de plenos muxián o se conectase a la retransmisión de Facebook con la intención de presenciar un ejercicio de democracia, se topó en su lugar con un bochornoso espectáculo político que tuvo mucho de mitin y muy poco de pleno municipal. Se intuía bronco, más cualquier previsión se quedó corta.

Una propuesta para gastar 868.633,55 euros del remanente que incluía una partida para el abastecimiento de agua de Suxo era el punto más destacado del día, y se notó desde tiempo antes de comenzar la sesión, en el exterior del edificio. El equipo de gobierno entró al consistorio arropado por vítores y pancartas. «Sodes poucos, pero valentes!», les gritaron. El alcalde les agradeció el apoyo y aseveró que es en situaciones como esa «onde se ve o poder do pobo».

Ya dentro, y con la ausencia de un concejal del PP y otros dos del grupo de tránsfugas (aunque pudieron haber sido más, ya que Manuel Caramés amagó en varias ocasiones con irse), comenzó un cruce de acusaciones que se prolongó durante tanto tiempo que el público presente tuvo que abandonar la sala para no infringir el toque de queda.

Veinte propuestas

El regidor empezó su exposición a lo Albert Rivera, presentando gráficamente, con desplegables que fue enseñando a los asistentes, las veinte propuestas incluidas en esa modificación de crédito: una parte para el agua de Suxo, la nueva escuela infantil, una bolsa de empleo para 13 personas, mejoras en el campo de A Arliña, diferentes ayudas y subvenciones, una bomba para la ETAP de Os Muíños, saneamiento, señales, adquisiciones... «Vinte propostas realistas e executables, ás que non hai nada que reprochar», concluyó.

Pero reproches, sin embargo, hubo unos cuantos: su excompañera Mónica Vilela cargó contra él por no aclarar que eran proyectos del anterior gobierno y por «sementar o odio entre os muxiáns»; el nacionalista Carlos Fernández, por proferir insultos y por su «prepotencia» a la hora de rechazar negociaciones con la oposición antes de presentar una propuesta de semejante calibre y la popular Sandra Vilela, por «demonizar» a sus compañeros de corporación y por comportarse, dijo, «como un auténtico autócrata». Entre medias, numerosas descalificaciones que no pasaron inadvertidas a los internautas que veían el pleno desde sus casas: «Los niños de infantil gobiernan en Muxía», comentaba un espectador.

Los concejales del BNG, Partido Popular y tránsfugas presentaron una enmienda para aprobar solo una parte del plan: lo referido al agua de Suxo, el saneamiento en la zona de O Coído y las ayudas a entidades. En cuanto al resto, explicaron que podrían hacerse tirando del presupuesto anual y que para algunas de las iniciativas, como la nueva escuela infantil, «nin sequera hai proxecto feito». Salió adelante para enojo del regidor, que instó a la oposición a presentar una moción de censura y a rendir cuentas a los vecinos «polos proxectos que hoxe se botaron ao lixo».