Uno de los puntos aprobados fue una moción del PP para que los plenos extraordinarios se celebren como los ordinarios
20 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Muxía vivió un pleno intenso, o más bien bronco, el viernes por la noche, pleno de lances y algunas declaraciones algo tensas. Uno de los puntos aprobados fue una moción del PP para que los plenos extraordinarios se celebren como los ordinarios, los viernes a las 20.30, o a partir de las 20.00 al menos, como pide la edila Sandra Vilela. O, como mínimo, «respectando a opinión de todos». Pese a la aprobación, esa es una facultad del alcalde, como recordó la secretaria, así que de poco va a valer esa aprobación. Vilela cree que se ponen por la mañana para perjudicar al resto de ediles. El alcalde, Iago Toba, lo desmiente: recuerda que el grupo de gobierno son solo tres, y que todos los demás tienen disponibilidad.
El PP también preguntó por tres comidas con cargo a la alcaldía, y criticó falta de datos. Toba asegura que no hay tal y que todo está perfectamente justificado, en actos de los trabajadores municipales, y que él no cobra dietas.
Toba reprochó que la oposición lleve al pleno temas «que non aportan nada» a la vida municipal, como la okupación o la ley Celaá. Vilela señala que la enseñanza concertada aporta 60 puestos de trabajo en la comarca, y no es un tema menor. En todo caso, solo el PP apoyó ese rechazo a la nueva ley educativa. La de medidas contra los okupas sí salió adelante por la abstención del resto. Y también se recuperó un terreno público en Castelos, tras los informes de los técnicos, con abstención de PP y exPSOE.