Pescadores de calamar de potera usan nasas plegables en varios puertos

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

BASILIO BELLO

Las dársenas acogen a aficionados que van a los camarones, centollas y nécoras

08 nov 2020 . Actualizado a las 13:35 h.

Desde que Portos de Galicia puso en marcha los nuevos pantalanes deportivos en Muxía las centollas están a la vista de todos. «En la zona de los pilotes he visto ejemplares del tamaño de mi mano abierta. Y no hablo de uno o de dos, hablo de más. Y lo mejor es que por allí pasaban los pescadores deportivos con sus cañas y llevaban un par de nasas para cogerlos», apuntó una testigo de esta actividad supuestamente ilícita.

La de Muxía no es la única dársena en la que se llevan a cabo estas actividades presuntamente fraudulentas y amparadas bajo el paraguas de una afición meramente deportiva. En Barizo, son varios los pescadores deportivos que se han topado con varias nasas destrozadas en el fondo del puerto. Algunas son de las de toda la vida y otras de las denominadas plegables: «Todo el mundo sabe que son de pescadores que aprovechan que van al calamar y, de paso, sacan unos camarones, unos centollos, unas nécoras... Lo que caiga, para luego, y en la mayor parte de los casos, para vender», apuntó un aficionado de la zona que suele ir de forma habitual al puerto de Barizo, un entorno ideal debido a su ubicación, lejos del casco urbano de Malpica, y que permite a estos supuestos aficionados trabajar con total impunidad y ajenos a las miradas no deseadas.

Pero, sin duda, el foco vuelve a estar centrado en Malpica, el epicentro de todas las polémicas vinculadas a la pesca deportiva en la Costa da Morte y donde el negocio ilegal alcanza tintes propios de grupos organizados. Además de los chanchullos por hacerse con el mercado de comercialización de poteras artesanas y los continuos roces por hacerse con los mejores puestos hay que sumar también la presencia de presuntos aficionados a la pesca de cefalópodos que aprovechan la ocasión para lanzar al mar nasas desplegables. Unos artilugios que cuestan entre 6 y 10 euros la unidad, fáciles de trasladar y muy efectivas para el fin que se quiere lograr: esquilmar todo lo que hay junto al muelle. Algunos testigos hablan de hasta ocho nasas desplegadas por todo el tramo más próximo al martillo, la zona más polémica de la rada y que en los últimos años ha sido escenario de trifulcas, reyertas, peleas y amenazas.

Una parte de la hostelería sigue coqueteando con el furtivismo

Toda esta vorágine supuestamente deportiva tiene una finalidad: la venta fraudulenta, y aquí juega un papel muy relevante la hostelería. Algunos bares y restaurantes de la Costa da Morte son asiduos compradores de este tipo de productos, que carecen de todo tipo trazabilidad sanitaria con el único objetivo de obtener jugosos beneficios en perjuicio de un cliente desconocedor en muchas ocasiones de lo que está consumiendo y al que estafan con unos precios fuera de mercado.

Si por un kilo de calamar de potera grande se puede llegar a pagar hasta 25 euros el kilo y por un simple chipirón pequeño, hasta 2,5 euros, qué no se está dispuesto a pagar por unos camarones, centollas o nécoras extraídas con unas nasas en un puerto, precisamente en unas zonas en las que el agua está de todo menos limpia, y que acumula restos de aceites, combustibles y otros desechos tirados al mar.

Son muchos los aficionados que critican que se les metan a todos en el mismo saco, pero ellos mismos reconocen que sí, que hay personas que hacen verdaderos negocios con lo que pescan: entre 2.000 y 4.000 euros en una buena semana de trabajo. Y sin cotizar a Hacienda.

En Portos de Galicia insisten en que está prohibida la pesca deportiva

En Portos de Galicia han vuelto a insistir en que la pesca deportiva está completamente prohibida en los muelles. Dejaron claro que hay carteles informativos advirtiendo de la prohibición, pero también son conscientes de las dificultades para actuar contra una práctica tan extendida. Dejaron claro que los guardamuelles tienen su horario de trabajo (de lunes a viernes en horario de 9.00 a 18.00 horas) y que los pescadores deportivos o furtivos bajo la apariencia de simples aficionados actúan justo cuando no hay guardamuelles: por las noches y los fines de semana. De ahí que, según Portos, es responsabilidad de las fuerzas de seguridad de mantener vigilados los espacios portuarios

Por otra parte, el departamento de Susana Lenguas quiere implantar un sistema de control de acceso, de forma coordinada con la cofradía y el Concello, para tratar de compaginar la actividad profesional (58 barcos y 21 mariscadores) con la dependencia que tiene Malpica de la dársena para disponer de aparcamientos públicos en el casco urbano.