El PSOE de Muxía rechaza una moción que en Cee presentará el gobierno local

C.V.G. CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

BASILIO BELLO

Las peticiones de populares y socialistas sobre el reglamento de Costas coinciden

29 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una sola palabra, el término absurdo, es lo único que diferencia las peticiones de la moción presentada en octubre y tratada el lunes por el PP al pleno de Muxía de la propuesta de la alcaldía de Cee que se tratará en la sesión de mañana. La modificación del Reglamento General de Costas, que pone en peligro instalaciones como la piscifactoría tres mares, está provocando un curioso conflicto político en la Costa da Morte.

El lunes, el alcalde de Muxía, el socialista Iago Toba, rechazó la moción de la popular Sandra Vilela, en tanto que Antonio Domínguez, del PP de Cee, se sorprendía al ver que el texto de su compañera de partido era casi idéntico (salvo la palabra absurdo para definir el reglamento) al que la alcaldesa, Margarita Lamela, del PSOE, le había hecho llegar y que ella misma presentará para su aprobación.

La papeleta se le complica a Iago Toba porque aseguró que llevará al pleno el texto que se presentará en los concellos en los que gobierna el PSOE y que seguramente será el mismo que a Margarita Lamela le hicieron llegar desde Tres Mares y Stolt Sea Farm, los directamente perjudicados. Así se dará la circunstancia de que presentará las mismas demandas que previamente había rechazado. Lo que sí cambia, y bastante, es el argumentario, que cada formación ha adaptado a su forma de ver las cosas.

Las peticiones en las que coincidieron Sandra Insua y Margarita Lamela están dirigidas «ó Goberno do Estado e especialmente ó MITECO (Ministerio de Transición Ecolóxica)». La primera es que se «recoñeza a realidade da Comunidade Autónoma Galega e da Costa da Morte en relación á realidade histórica e socioeconómica do sector Mar Industria, Acuicultura e Marisqueo que ó longo do último século serve como base fundamental para o desenvolvemento social e económico desta comunidade, e que pon en cuestión un regulamento (absurdo) que demostra o claro descoñecemento da realidade social da nosa comarca».

El segundo punto es que «con carácter previo á aprobación de modificación algunha, establecer unha mesa de análise e negociación cos sectores vinculados ó mar para alcanzar un acordo que permita que o proxecto do Regulamento Xeral de Costas e a Lei de Costas teña en conta as reivindicacións socioeconómicas do sector do Mar de Galicia.». El último se refiere a «negociar e aceptar un acordo para que se teña en conta en dito proxecto e na súa Lei, no concernente ó prazo das súas concesións, para as actividades económicas do complexo mar industria da comarca que para o seu indispensable funcionamento deben estar no litoral, se comece a contar o prazo de concesión a partir da solicitude de prórroga extraordinaria e non dende a data da concesión orixinal».

Sin embargo, lo más curioso es que Iago Toba dijo en el pleno que el reglamento estaba «paralizado», que así se lo habían hecho saber desde el Gobierno central y desde el partido a nivel autonómico, algo de lo que no se tienen noticias a nivel oficial.

El BNG muxián, que en principio iba a votar en contra, acabó por apoyar la moción del PP. Lo que no gustaba a los nacionalistas era que beneficiaba, de rebote, a ENCE en Pontevedra, una cuestión estratégica para el colectivo frentista.

En la zona, el primer pleno que trata el asunto fue el de Muxía y hubo cierto desconcierto. La presencia de trabajadores de las plantas de Tres Mares y de Stolt Sea Farm no ayudó e incluso provocó malestar una vez acabada la sesión, cuando el regidor se acercó a los afectados para explicarles porque había votado en contra y Sandra Vilela quiso intervenir en la conversación. Las situación acabó siendo muy incómoda.

En todo caso, el alcalde ya había expuesto sus razones, de forma algo confusa, durante la sesión. De hecho, terminó hablando para el público en lugar de responder a la portavoz del PP. Aseguró que no quería hacer política del asunto, acusó a los populares de tomar el tema en este sentido, pero insistió en que el reglamento fue hecho por Rajoy y que la ley es de Aznar, además de acabar con casi un mitin para los trabajadores.