El parador de Muxía abrirá al fin al público para Semana Santa

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

Ana García

El presidente del organismo público, durante su visita: «Va a ser de los mejores de España»

13 jun 2019 . Actualizado a las 21:46 h.

El parador de Muxía, anunciado hace 16 años, y que se comenzó a construir hace siete (aunque un parón acumulado de dos) ya es casi una realidad. No hay vuelta atrás: a finales de agosto, la monumental obra estará acabada y Tragsa se la entregará a Paradores, para que se encargue de todo lo que falta: muebles, servicios, contratación de personal... Abrirá, con seguridad, para el inicio de la campaña turística del año que viene. En otras palabras, estará listo para Semana Santa. Esas palabras son de Óscar López, el presidente de Paradores, quien visitó este jueves las obras acompañando a Isabel Oliver, secretaria de Estado de Turismo. Con ellos, Nava Castro, secretaria xeral de Turismo: Pilar López-Rioboo, subdelegada del Gobierno, y Iago Toba, el nuevo alcalde en sustitución de Félix Porto, quien ha dedicado mucho tiempo desde su toma de posesión a este proyecto, pero ayer no pudo desplazarse.

Todos ellos, además de responsables de Tragsa, la empresa pública constructora, visitaron ayer las obras, que no son pequeñas: terrazas (el edificio está repartido en seis niveles escalonados), habitaciones, zonas comunes, áreas de personal... Impresionan los espacios amplios, las cristaleras, las vistas: la ensenada, playa y dunas siempre están presentes, desde los cuartos hasta los salones, de la piscina al ascensor que sube y baja en un llamativo plano inclinado, adaptándose al terreno. La superficie ha marcado las formas y el diseño del inmueble, integrado en el paisaje. Hay mucho verde, muchos lucernarios en las estancias, y muchísima madera en techos, paredes, suelo. Domina el carballo en los suelos, el ayous en los techos. También se ve bambú. Todo ello crea una sensación relajante, que es lo mínimo que se pide en los hoteles de elevada categoría. Y ya dijo López que «va a ser uno de los mejores paradores de España», y que además creará más destino turístico en Muxía de lo que ya es. «Sin duda se trata de un parador de alta gama», añadió, para situarlo en un plano comparativo con otros grandes hoteles de su cadena. Un paseo tranquilo, como el de ayer, por las instalaciones, convence sin duda de que así va a ser.

«Dará mucha vida a esta zona», dice la secretaria de Estado

Isabel Oliver asegura que se ha empleado «mucho tiempo, trabajo y esfuerzo» para abrir este parador. Una mirada a los paneles situados en la entrada, con la evolución de las obras, dan fe de ello. Una responsable técnica indicaba al final que ha sido todo un reto, dadas las características del terreno y de las obras, muy complejas. «Será un reclamo para los turistas, una experiencia distinta, en Muxía, en el entorno y en Galicia. Y dará mucha vida a la zona», añadió Oliver. Como López, considera que va a ser, o ya es, «un referente en la cadena de Paradores».

En este clima optimista, el presidente de la entidad señaló que «toda la leyenda de la Costa da Morte, toda la historia del Camino de Santiago, toda la esencia de Galicia y todo el prestigio de Paradores son garantía de éxito».

Más allá de las palabras, una de las principales bazas de este edificio es algo que deja sin ellas: el paisaje. Y todos las elogiaron sin descanso. Las vistas son excepcionales, con Muxía y Vilán siempre presentes, y una enorme finca circundante que llega hasta el mar y que forma parte del conjunto. El spa, por cierto, ya está operativo.

En detalle

Superficie. El edificio tiene más de 14.000 metros cuadrados. La finca que ocupa, del pinar a la playa, supera las 12 hectáreas. Como curiosidad, durante las obras hubo que excavar más de 100.000 metros cuadrados de tierra. También fue una operación compleja. El hecho de que solo haya un acceso dificultó las obras en general.

Espacios. Tiene 63 habitaciones. De ellas, 54 son estándar, cinco son suites, y cuatro están adaptadas para personas con diversidad funcional. Para aparcamiento hay 65 plazas, cuatro de ellas para discapacitados, y dos mil metros cuadrados a mayores para estacionamientos. Si se divide la superficie por número de habitaciones salen más de 200 metros, una ratio muy superior a la media. Las habitaciones tienen 40 metros con terraza. El techo en ondulado, imitando la ola del mar (hay más lugares así) y de madera. Los lucernarios tendrán cierres y aperturas automáticas. La bañera, a la vista, casi la lado de la cama. El mar también se reflejará en las mamparas interiores.

Presupuesto. Costó 25 millones de euros.

Obras. Desde junio del 2012, pero en trabajo efectivo fueron cinco años.