El balance de daños de las riadas en Muxía se eleva a los 1,4 millones

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

MUXÍA

ANA GARCÍA

Xunta y concellos alimentan su disputa acerca de las distintas responsabilidades

29 nov 2018 . Actualizado a las 09:36 h.

Cada día que pasa, y eso que ya se viene otro temporal encima, la magnitud del desastre provocado por las lluvias torrenciales y las riadas del pasado sábado se incrementa. A medida que los técnicos van accediendo a los distintos lugares -además de los municipales están en la zona los de Augas de Galicia- la factura de las reparaciones necesarias se incrementa. Si el Concello de Vimianzo anunciaba ya en primera instancia que arreglar el paseo de Cereixo y el resto de daños, sumará, muy por lo bajo, más de medio millón de euros, el alcalde de Muxía, Félix Porto, tenía ayer sobre la mesa un informe verdaderamente demoledor, firmado por el arquitecto municipal, Ramón María Leis Vidal.

En el documento, el técnico da cuenta de los daños sufridos -a expensas de los que se puedan seguir detectando sobre todo en las pistas forestales- y, lo verdaderamente llamativo, le pone precio a su reparación: 1.377.979 euros. Ahí van las piezas de hormigón para arreglar los puentes, áridos, movimientos de materiales, pavimentaciones... Se explican con detalle las actuaciones a acometer. Pero, como dice el propio regidor, ni siquiera se incluyen los daños en áreas litorales que no son competencia del Concello y tampoco el dinero gastado en actuaciones de emergencia, como fue la contratación de máquinas para limpiar algunos lugares o retirar derrumbes para permitir el acceso de los vecinos en zonas inundadas.

Entre tanto, lejos de apagarse, el cruce de declaraciones entre los concellos afectados y la Xunta acerca de las responsabilidades se sigue alimentando. El propio Porto reaccionaba indignado ayer a primera hora de la mañana después de conocer la posición de la delegación territorial del gobierno autonómico. «¿Pero de verdade que Ovidio [Rodeiro, el delegado territorial] dixo iso? Home, mellor que estivesen calados. Paréceme vergoñento, bochornoso e impresentable. Se despois de todo o que saíu nos medios de comunicación e das chamadas que houbo ao 112 din que non se decataron é mellor que cerren o chiringuito. Din que non os chamamos. A min tampouco me chamou ninguén, pero vin o que chovía e collín o coche para estar de lado dos traballadores municipais. Cando hai un problema vaise e dase a cara, que para iso os votou a xente», señalaba el alcalde, visiblemente enfadado.

Rodeiro, por su parte, estuvo en los micrófonos de Radio Voz Bergantiños, donde señaló que «pouco se arranxa con botarlle as culpas ao veciño cando un ten a súa casa sen resolver». Lo hizo para poner de manifiesto que «cada un ten as súas competencias» y que «igual que a Xunta resolveu as súas competencias en tempo récord», espera que los concellos hagan lo propio «o antes posible polo ben dos veciños».

Volvió a incidir en que los tramos urbanos de los ríos son competencia municipal, en que ningún concello solicitó la activación del plan de emergencias y también puso de manifiesto que los ayuntamientos disponen de una línea específica dentro del 112 para comunicar sus incidencias. Por lo que respecta a las de competencia autonómica, destacó que hubo ocho, la mayoría por balsas de agua y caída de árboles o taludes, que se resolvieron entre el sábado y el lunes.

En cualquier caso, y en clave institucional, Rodeiro detalló que los técnicos de Augas están sobre el terreno para abordar a la mayor brevedad posible los colapsos que pueda haber en los ríos, que la entrevista solicitada con la directora de Augas se producirá y que la Xunta está «coma sempre» a disposición de los concellos.

Los mariscadores de Camariñas pierden toneladas de berberecho y almeja

Los mariscadores de Camariñas parecen abonados al desastre cada vez que se dan lluvias torrenciales como las del fin de semana pasado. Llevan ya varios años sumando situaciones adversas y esta vez no ha sido diferente. Basta dar un paseo por la playa de O Ariño, la zona de A Paxariña o la playa de Leis para comprobar que el agua arrastró toneladas de bivalvos.

Amalia González, una de las profesionales que la semana pasada criticaba que no se fuese a faenar -la cofradía decidió cerrar por los bajos precios- aunque sabe que contra las riadas no se puede luchar, sí lamenta que en los días previos no extrajesen un producto ahora irrecuperable. «Non choro pero ganas non me faltan. Xa non é polos cartos, que eu se non traballo un día non cobro, pero se suma 70 mariscadores por catro días a 12 quilos cada un, son 3.000 quilos que poderiamos ter no peto. Pero non só iso, o berberecho vai peneirado e o que queda replantámolo nunha zona segura. Eran outros 1.000 quilos», relata.